Facultad de Ar
quitectura y Diseño
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PREMIOS
Un reconocimiento que celebra la innovación
educativa en Latinoamérica y el Caribe
2017
Por Lcda. Silvia Barrientos
Un diseñador gráfico es reconocido
por su capacidad creativa, una
cualidad que suele ser relacionada
solamente con el quehacer de la
comunicación visual, pero vale la
pena destacar que la versatilidad
creativa de los diseñadores es
sorprendente, ya que no se limita al
medio visual, esta puede ser aplicada
en diversos ámbitos profesionales.
Cada quien, según sus experiencias
y expertise profesional, decide
qué camino tomar y en qué nicho
laboral incursionar. Tal es el caso de
Jessica Pérez, egresada y docente de
la licenciatura en Diseño Gráfico de
la Universidad Rafael Landívar, quien
forma parte del equipo docente del
área de Ilustración y desarrolla proyectos
que involucran materiales ilustrativos y
educativos con empresas y oenegés en
Guatemala, Washington y Noruega.
Su interés por la narrativa infantil
se remite a su infancia. Jessica solía
cuidar a sus hermanos pequeños y
debía encontrar actividades para
entretenerlos. Así fue como empezó
a idear cuentos para ellos y, al poco
tiempo, se percató que los cuentos,
no solo eran emocionantes para sus
hermanos, sino para ella también.
Jessica se dió cuenta de su inventiva
y de su capacidad de concebir e
ilustrar historias para entretener, así
que continuó creando cuentos de
forma empírica. Esto influyó mucho
en su trayectora como profesional.
Inició su carrera como ilustradora
infantil en la Editorial Piedra Santa
y, posteriormente en Santillana.
Ambos trabajos le permitieron
fortalecer la formación experimental
que ella ya tenía en cuentos infantiles
y aprendió mucho sobre libros
ilustrados para niños.
En el 2013, decidió cruzar la línea de
la ilustración escribiendo su primer
cuento infantil. Toti y la luna fue
escrito e ilustrado para someterlo al
concurso iberoamericano «Primebook»,
ALAS-BID
auspiciado por la Universidad
Pontificia de Chile y Skills Up, una
compañía de tecnología japonesa.
El ganador sería publicado en una
aplicación chilena.
Toti y la luna destacó por ser
una historia positiva que permite
fomentar el desarrollo de la
inteligencia emocional en los
niños y en la convocatoria obtuvo
el primer lugar. A partir de ahí, el
cuento empezó a popularizarse en
todo Chile; incluso aparecía como
libro favorito en dicha página.
Al considerar el éxito que había
tenido en Sudamérica, Jessica
decidió que el siguiente paso sería
publicar el libro en Guatemala de
forma impresa y, María Ordoñez,
gerente general de Independiente
Editorial, tomó el proyecto.
Actualmente el libro se encuentra
disponible en el área infantil de la
librería Sophos, entre otros.
Paralelamente al lanzamiento del
libro en Guatemala, la editorial
decidió someter la publicación
a la convocatoria de los premios
ALAS-BID 2017. Dichos premios
tienen como objetivo reconocer y
difundir el trabajo de personas que
trabajan por el desarrollo infantil en
Latinoamérica y el Caribe.
Fotografía 1. Ganadores de las diversas categorías de los premios ALAS-BID 2017.
Fuente: archivo de Jessica Pérez, 2017.