Variaciones sobre Teoría de la democracia de Giovanni Sartori
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En este mundo tan torpemente veloz que transitamos,
necesitamos una vida para convertirnos en seres
ajenos a lo que fuimos en nuestra niñez. La experiencia
sigue siendo propia de nuestro traumático desarraigo
histórico.
«El abrigo que el grupo primario proporcionaba ha
desaparecido de nuestras vidas; el ajuste a entornos
siempre y rápidamente cambiantes representa una carrera
agotadora sembrada de abandonos de inadaptados y el
vacío alimenta la alienación y la anomia (ausencia de
normas)», según lo demuestra esclarecedoramente lo
demuestra en «Suicide», Emile Durkheim, fundador de
la escuela francesa de sociología.
La sociedad tradicional cedió su lugar a una sociedad
moderna, una sociedad de masas, a la que Ortega
y Gasset no identificaba con la clase baja o
trabajadora, sino con los desvalidos.
El resultado: un hombre atomizado que puede
ser fácilmente manipulado. El hombre masificado es
un ser aislado, desguarnecido y desprotegido, y «su
comportamiento tiende a ser extremo y en él las formas
activistas de respuestas e intervención en el proceso
político constituyen una alternativa a la apatía».
Por eso cada vez son menos los votantes, pues los
ciudadanos ya no comen el cuento de los políticos