Jorge Carrol
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puede perderlo mañana frente a un competidor más
eficaz y nada puede hacer por evitarlo.
Después de todo, querido/a lector/a (dominical), la
expropiación de los capitalistas solo le desagrada a
ellos que no constituyen, recuérdelo, una mayoría
electoral en ninguna de las neo-democracias de
nuestro tiempo.
–¿Cómo es posible –pregunto– que se mantengan a
flote?
Piense usted en esta otra pregunta: –¿mediante la
corrupción y la conspiración?...
Las teorías conspiratorias, surgen amenazantes pero
son poco explícitas. «Decir que el capitalismo genera el
mercado y lo controla es una apreciación que soslaya,
en gran medida, el problema. El problema se afronta
reconociendo que el mercado se defiende solo».
En otras palabras: la autoordenación del mercado es la
protagonista.
El mundo es, casi siempre, una caótica aproximación
de nuestras construcciones teóricas, y el mercado,
lejos de ser omnipotente, es impotente ante las
concentraciones monopolísticas y las transnacionales
que estando por encima de él, se burlan.