La primera guerra federal centroamericana, 1826-1829

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El primero responde al momento de retaliación guatemalteca en 1827. El segundo 
corresponde a los primeros meses de 1828, que correspondían con la época 
seca, lo que facilitaba la campaña militar. Además en ese momento se estaban 
produciendo negociaciones con los salvadoreños; que más tarde se frustrarían. 
El tercero fue en agosto cuando la presión sobre San Salvador era importante 
pero las fuerzas salvadoreñas lograron contraatacar y capturar el tren de envíos 
de los guatemaltecos. El cuarto se presentó en noviembre, cuando nuevamente 
se solicitó otro préstamo forzoso aduciendo que el de agosto no había tenido 
resultados. Pero, para ese momento, la campaña guatemalteca prácticamente 
había fracasado. El último momento se dio en marzo de 1829 y respondía a la 
defensa de la ciudad de Guatemala. Difícilmente tal contribución se cobraría 
pues al mes siguiente regía ya la Ciudad de Guatemala.

En 1824 y 1825, aún sin estallar la crisis, la amenaza de invasión española y los 
sucesos de Nicaragua, hicieron que el Congreso federal promoviera la imposición 
de préstamos destinados a reforzar la defensa y a intervenir militarmente en aquel 
país.

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 Iniciada la Guerra Federal, frente a la invasión salvadoreña,

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 se emitió en 

abril de 1827 un préstamo forzoso por 60 000 pesos que recaía en las “clases 
pudientes”. Una continuidad de lo hecho en ese término hasta entonces, donde la 
capitalización recaía en el sector influyente y era recaudada entre los propietarios 
de la ciudad capital. Sin embargo, la falta de respuesta llevaría al gobierno a 
considerar extender el costo a toda la población. Al mes siguiente se cambió a 
una contribución extraordinaria a todos los pueblos, focalizados individualmente 
entre todos los hombres de 14 a 55 años. Un cobro que oscilaba entre 4 reales y 
20 pesos como máximo, según la capacidad de cada quien. Su base era del 1% de 
los productos o ganancias anuales. En junio se excluyó del pago a los trabajadores 
que vivía de su trabajo solamente.

En enero de 1828 la cantidad a alcanzar era de 100 000 pesos, esta vez se aclara que 
también se amonedaría la plata obtenida, lo que significaba escasez de circulante 
y “desatesoramiento” de plata y alhajas, tanto de la Iglesia como de la población. 

60 BCB, Misceláneas 10110, El gobierno de San Salvador.
61 Los documentos son: Hemeroteca Nacional (HN), El indicador, n.

o

 18 y n.

o

 139; Gilberto 

Valenzuela, Bibliografía Guatemalteca, 175, 179, 202-205, 208, 223-224; BCB, Misceláneas, 

10102, 19 de mayo de 1827, 12 de junio de 1827, 18 de abril de 1828; BCB, Papeles Sueltos, 

9910; BCB, Misceláneas, 10102 Instrucción a los que deberán.