La primera guerra federal centroamericana, 1826-1829

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Otra gran dificultad durante este periodo fue la relación entre aparato estatal 
y territorio/población a controlar. No existe un análisis de la burocracia/
funcionarios o de la estructura del aparato gubernativo, ni de las modificaciones, 
de las adaptaciones o de las innovaciones reales que se efectuaron en el estilo 
administrativo del gobierno, ahora sustentado en la separación de poderes. Se 
calcula que en el período colonial había 760 empleados en toda Centroamérica. Si 
uno hiciera proporciones podría pensar en cerca de unos 150 de ellos en la ciudad 
de Guatemala y aproximadamente 100 más desplegados en cada ciudad sede 
de las gobernaciones o intendencias, así como en lugares claves para el aparato 
estatal, tales como garitas de aduana, etc. La estructura gubernativa durante la 
Federación era bastante simple y estaba concentrada en los puestos ejecutivos: 
presidente-jefe de Estado y vicepresidente-vicejefe, y los ministerios fuertes de 
Hacienda y guerra; el Legislativo y el senado-consejeros, además del Organismo 
Judicial. Más tarde, Marure recordando la intervención de un diputado al 
respecto, señalaba que los funcionarios de planta del gobierno federal y estatal 
eran de unas 286 personas en Guatemala.

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 Obviamente, en estos datos no entran 

los munícipes, que actuaban autónomamente del aparato gubernamental. En 
todo caso, tal número de funcionarios pareciera ser insuficiente para controlar 
la extensión territorial. Sin embargo, tales números son motivo para observar 
un enfrentamiento de fondo entre centralistas y federativos. En efecto, los 
argumentos enfrentados oscilaban entre quienes –moderados principalmente–
planteaban la necesidad centralizadora ante la falta de funcionarios capacitados, 
la imposibilidad de llenar los cupos con personas preparadas en toda la república 
y la falta de comunicación y las distancias, mientras que los federativos –fiebres 
mayoritariamente– resaltaban el federalismo, argumentando la ventaja que 
proporcionaba la cercanía de los funcionarios con la población. Ante las críticas 
enfatizaban la necesidad de fomentar la educación para suplir las carencias.

Lo cierto es que, el aparato de gobierno, aunque novedoso por establecerse en 
el principio de separación de poderes, era insuficiente como administración 
centralizada, por lo cual tenía que apoyarse en los funcionarios locales. 

54 Antonio Marure, op. cit., p. 95, El dato proviene de una intervención en la Asamblea Nacional 

Constituyente del diputado por Santa Ana y Metapán, José Francisco Córdova. Julio César 

Pinto Soria, op. cit., p. 180.