Nación y estados, republicanismo y violencia
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consecuencias de no haber sido porque en ese proceso los municipios asumieron
representatividad política y capacidades estatales: recaudar impuestos, administrar
cierto nivel de justicia y ser el canal entre Gobierno y población. El resultado fue
una renovación de la importancia de la ciudad en el juego de poder, que en
algunos casos en América presentó características dramáticas y violentas.
2.1. La jerarquía de ciudades
La ciudad o el pueblo, como mejor deberíamos llamar para esa época,
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era un
espacio local institucionalizado, donde se concentraban las personas. Además era
el lugar de referencia para localizar a alguien o para alguien saberse ubicado,
pero no era el único lugar donde se localizaba. En el pueblo se sedimentaba la
experiencia física de la vida cotidiana, epicentro de la vida silenciosa, pero al
mismo tiempo se le imaginaba como el espacio público que sintetizaba el deseo de
autonomía y concentraba cierto poder de soberanía. Es decir, era el sitio donde las
personas podían concebirse como parte de una comunidad en sentido genérico.
Un sitio que les daba protección y además las acogía en su nombre, otorgándoles
una identidad de “paisanazgo” (la identificación del lugar en este caso funge
como capital cultural) o de “patria”, palabra que resume cómo se entendía esta
relación en esa época.
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De esa manera una persona podía distinguirse como tal
frente a otras que eran pertenecientes a otros pueblos. Pero estas abstracciones se
asentaban en prácticas cotidianas y a su vez se encontraban embrolladas en redes
de relaciones de poder, en expresión de desigualdades sociales y de jerarquía
entre ciudades.
En el tiempo que nos estamos ocupando, la jerarquía de ciudades suponía una
relación de dependencia/negociación de los pueblos con las ciudades y, sobre
todo, con las capitales que pretendían tener influjo nacional. Dos dimensiones
hay que tener en cuenta. Primero, la jerarquía de ciudades tenía que ver con
las sedes de poder y las poblaciones subordinadas que alimentaban una red de
intercambios (regiones socioeconómicas). Segundo, también tenía que ver con la
capacidad de una población –de mayor tamaño o con importancia económica–
31 Las categorías clásicas en descendencia jerárquica son: capital, ciudad, villa, pueblo. Más
abajo hay otras formas: aldeas, pajuides, caseríos.
32 Luis Pedro Taracena, Usos de las palabras ‘patria’ y ‘patriota’, pp. 4-11.