Nación y estados, republicanismo y violencia

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realidad, la dicotomía civilización-guerra no se puede explicar solamente como 
una interrupción temporal de la política. La guerra parte de una decisión política, 
por lo que “(…) es preciso tomar en cuenta la parte conflictiva de la política”.

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1.2. La guerra instalada

Ese recurso a las armas era frecuente entre 1823 y 1826 en varias provincias/estados 
centroamericanos. La mayoría eran acciones de amenaza y de protesta, pero en 
algunos casos llegaban a convertirse en acciones armadas. En Centroamérica 
estas involucraban procesos de movilización, formación de grupos de elites y 
participación de individuos con experiencia militar, muchas asumirán el carácter 
de disputas interestatales. Los hechos más conocidos son: la oposición a la anexión 
mexicana, San Salvador 1822-1823; el conflicto entre las ciudades de Cartago-
Heredia, contra Alajuela- San José por la anexión a México, Costa Rica, 1823; 
la insubordinación de Rafael Ariza, Guatemala, 1824; el conflicto entre Dionisio 
Herrera y Nicolás Irías que se expresó como continuidad de la rivalidad entre 
Comayagua y Tegucigalpa, Honduras 1826-27; y el conflicto entre Manuel Antonio 
de la Cerda y Juan Argüello que se tradujo en la rivalidad entre León y Granada, 
con cierto involucramiento de Managua, Nicaragua, 1826-29. Con ellos resurgía 
como fondo el viejo problema de la autonomía y la rivalidad entre ciudades, centros 
nerviosos de la vida colonial aún vigente tras la Independencia (Cuadro n.

o

 1).

La misma Guerra Federal puede fundamentarse en el complejo panorama 
creado tras las elecciones en las que ganó Manuel José Arce, liberal y símbolo de 
la resistencia salvadoreña, resultando perdedor José Cecilio del Valle, hondureño 
radicado en Guatemala de tendencia moderada. Estas elecciones hasta cierto 
punto fueron consideradas dudosas al terminar con un resultado negociado, 
destinado a calmar las presiones de los “fiebres” guatemaltecos y salvadoreños.

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19 Hay que resaltar la diferencia entre lo civilizado y lo cívico. Este último representa un interés 

más humano y, por ende, la necesidad de no llevar el conflicto a situaciones extremas, mientras 

lo civilizado no excluye la violencia. Véronique Hébrard, La ciudad y la guerra, p. 53.

20 Se dio una situación en la cual, pese a tener mayoría relativa Del Valle, la decisión tuvo que 

dirimirse en el Congreso. Los factores que se mencionan como incidentes son la presunción de 

una acción salvadoreña contra un moderado y proguatemalteco como lo era del Valle. Este al 

final aceptó que fuera elegido Arce, acordando que este renunciara a la erección de la diócesis 

de San Salvador como obispado. Miles Wortman, La Fédétarion de L’Amérique Centrale, p. 87.