Nación y estados, republicanismo y violencia
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Conclusión
La participación del contingente costarricense durante el primer año de la Guerra
Federal (1826-1829), es un buen ejemplo de la manera en la cual se organizaron
las fuerzas de guerra en Centroamérica durante los primeros años de vida
independiente. También permite explorar los límites del proceso de construcción
de Estados modernos en la región, proceso que en el caso centroamericano se
desarrollaba en dos niveles, el primero en el ámbito interno de cada una de las
antiguas provincias del Reino de Guatemala y, el segundo, a nivel regional.
Claramente la organización de las fuerzas militares ha sido parte importante
del proceso de consolidación o el fracaso de proyectos políticos, así lo atestiguó
la participación de las tropas costarricenses en la Guerra Federal. El gobierno
federal centroamericano nació como una especie de compromiso entre los deseos
de mantener el territorio centroamericano unido como una sola entidad política
y los intereses de ciertos grupos de obtener autonomía dentro antiguas provincias.
Al intentar balancear estas dos fuerzas contrarias se terminó por concebir un
sistema en el cual el poder de los estados era superior al federal; lo cual se reflejó
en la incapacidad de las instituciones federales de construir vínculos que le
permitieran consolidar su poder en la sociedad. Ejemplo de esto es el propio
proceso de reclutamiento descrito para el caso del batallón costarricense, que
dependió de las autoridades locales debido a que el gobierno federal no contaba
con los medios para efectuar el alistamiento de hombres para el ejército.
No es solo que el gobierno federal no contara con “funcionarios” para llevar a
cabo el proceso de reclutamiento (de hecho el gobierno de Costa Rica tampoco
y confió en las municipalidades), el problema es que las autoridades federales no
contaban con la legitimidad necesaria para llevar a cabo el alistamiento, por lo
menos no dentro del territorio del estado de Costa Rica.
Así una parte fundamental del proceso de formación de las fuerzas militares de
la Federación quedó en manos de los estados, que en algunos casos usaron esa
atribución para “librarse” de elementos considerados peligrosos, como fue el caso
de los soldados del cupo federal. Y no es solo que los estados federales enviaran
a hombres considerados peligrosos o indeseables para que formaran el Ejército
Nacional, es que la misma debilidad del gobierno federal provocó que las fuerzas