Nación y estados, republicanismo y violencia

219

Una vez tomada Quezaltenango, el general Cáscara envió a una fuerza en 
persecución de las tropas de Pierzon que habían encontrado refugio en Malacatán 
–hoy Malacatancito–, donde Fueron alcanzadas por las tropas federales al mando 
de Tomás Sánchez, y luego de una batalla, las derrotaron el 28 de octubre de 
1826. De acuerdo al reporte del teniente coronel Escalante, una parte de las tropas 
costarricenses participaron en esa batalla y se distinguieron en la vanguardia de 
las tropas federales, su reporte a las autoridades costarricenses resume la batalla 
en estos términos: 

En el pueblo de Pesuetabaja

54

 fui nombrado con la mitad de la división 

de Costa Rica, a la sección de Vanguardia, al mando del teniente coronel 
Tomás Sánchez de que fui su segundo; el cual mando que a marcha 
redoblada camináramos a cortar la retirada e impedir se retirase al territorio 
de México. No obstante así pues habiéndonos avistado en el citado pueblo 
de Malacatán el 28 de octubre a las 5 y tres cuartos de la tarde fue necesario 
empezar una acción que durante el día fue fuertemente sostenida por los 
facciosos, más el orden de la sección de vanguardia, su denudado calor e 
incesante fatiga con la obscuridad de la noche hizo decidirse la victoria en 
nuestro favor a las ocho de la noche.

55

Las tropas costarricenses lucharon con el Ejército federal; actuando junto al 
Batallón no. 2 de infantería habían tomado Quetzaltenango y según palabras 
de su oficial comandante se habían distinguido en la batalla. De acuerdo el 
comandante de las tropas costarricenses, las operaciones habían permitido a los 
milicianos costarricenses obtener experiencia en el campo de batalla, lo que era 
de vital importancia para soldados que contaban con poco entrenamiento formal 
en las artes de la guerra

56

 

54 Posiblemente se refiere a Semetabaj, en Sololá.
55 Informe del comandante del Batallón Costa Rica de los Sucesos de la tropa. ANCR, Fondo: Guerra y 

Marina, Signatura: 9658. fs. 9v-10.

56 Por lo general las milicias costarricenses solo se reunían una vez al mes para entrenarse en 

los llamados “ejercicios doctrinales”, en ellos se practicaban las habilidades básicas para 

desempeñarse en el campo de batalla, para una descripción de estos ejercicios véase: Compendio 

de instrucción militar, que encierra las milicias de San Juan y disciplina de lanceros. San José Costa