La primera guerra federal centroamericana, 1826-1829

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pacto federal, por lo que su política para con Centroamérica enfatiza el factor de 
la paz y la estabilidad como factores clave. No obstante, el éxito de sus objetivos 
y participación están mediados por su “posición y pequeñez en tan doloroso 
conflicto”. No se trata de un discurso exclusivista ni diferenciador, sino de la toma 
de consciencia de una realidad. El gobierno de Costa Rica no estaba en posición 
de participar de ninguna otra manera que no fuera diplomática.

Sin embargo, con el tiempo esta imagen, producida por la comparación, se traduce 
paulatinamente en un discurso político con una finalidad: afirmar la posición de 
Costa Rica como mediador en el conflicto regional. El énfasis puesto en la carta 
del gobierno costarricense a la República Federal (ver anexo) puede no tener como 
objetivo dejar clara la diferencia entre los estados federales ni hacer sentir que 
Costa Rica era mejor, sino afirmar una autoridad moral con la cual aumentar su 
capacidad diplomática. Las acciones costarricenses entre 1827 y 1828 parecen 
apoyar esta teoría, aunque claro, siempre queda espacio a la conjetura.

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Sin embargo, la misma Ley Aprilia tiene en parte la respuesta al problema. La 
separación de la República Federal es solo parcial y Costa Rica se asume como 
parte de ella, aunque reasumiendo en sí la plenitud de su soberanía, “mientras se 
restablecen las Supremas Autoridades generales de la misma”.

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 Amenaza que ya 

se había hecho en la carta de octubre de 1827, aunque no de manera tan drástica 
como para unirse a otro gobierno, la cual muestra que el vínculo con la región 
era fuerte.

Esta decisión trajo consecuencias importantes para el estado costarricense, que 
tuvo que reorganizarse para reasumir las rentas federales. El decreto 191 de 5 de 
junio de 1829 trazó las líneas de una nueva administración hacendaria. Su nombre 
era claro en cuanto a su objetivo, se llamó “Ley orgánica de administración de 
hacienda en las rentas de la Federación y del Estado”.

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 Nótese que se entiende 

57 Manuel José Arce describe las circunstancias de la guerra, antes de 1829, diciendo que “El 

Salvador era el único Estado que en aquella época podía tomar parte en los acontecimientos 

de Guatemala, pues Honduras y Nicaragua, estaban demasiado ocupados en sus revueltas 

internas, y Costa-Rica había dado ya todos los aucsilios [sic] que podía suministrar”. Arce, 

Memoria, 1830, p. 41.

58 idem.
59 Decreto 191”, en: Colección de leyes y decretos 1829, pp. 143-157.