Nación y estados, republicanismo y violencia
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sombra pueda reposar libre de los asaltos de la tiranía y de los ataques de
las facciones que alternativamente parece amenazan a Centro-América.
33
Así, Mora Fernández en 1828 decía al congreso estatal que:
(...) no contento con la suerte feliz de Costa Rica enderezó sus clamores
al Supremo de la Federación, y los de los Estados, invocando el Poder de
la Razón para que se adoptase una medida pacífica capaz de reestablecer
el orden, y tranquilidad de la República, y por suspensión de armas, y
hostilidades en toda ella, tiene la dulce satisfacción de anunciaros que sus
votos no fueron desoídos por el Supremo Gobierno, y que las medidas de
este están en consonancia con las que desea el de Costa Rica (...).
34
El 8 de abril de 1828, de acuerdo a la política establecida por Costa Rica se
nombró un comisionado “con el fin de estrechar sus relaciones, y ponerse de
acuerdo en los pasos que demanda la delicadeza de tan críticas circunstancias”.
35
Se trata de la misión de Manuel Aguilar, quien había partido hacia Guatemala
y El Salvador con la misión de mediar entre las partes y alcanzar acuerdos
pacíficos. En los últimos días de abril, menos de un mes después de que se
nombrara a Aguilar para tal mediación, se recibió en Costa Rica, fechada 5 de
diciembre de 1827, una convocatoria firmada por Manuel José Arce para reunir
33 “Carta de Costa Rica a la Federación”, citada en Marure, Bosquejo, 1878, p. 84. Las opciones
de Costa Rica en la época no parecían ser muchas, pero la posibilidad de unirse a Colombia
siempre había existido. Según Carlos Meléndez y Willy Soto el 14 de marzo de 1823 la
Asamblea Provincial de Costa Rica aprobó la unión a Colombia, lo que no pudo realizarse
al final. Así mismo, no todas las opiniones eran favorables, por ejemplo Pablo Alvarado tenía
temor de esta posibilidad y de que Bolívar se declarara rey de Colombia. Soto, “Costa Rica”,
1991, p. 29 (nota 12); Payne, “Pablo” [en línea], Asociación para el fomento de los estudios históricos
en Centroamérica, <http://www.afehc-historia-centroamericana.org/?action=fi_aff&id=3032>
[Consulta el 17 de agosto de 2012], párrafo 40.
34 “Mensaje que el Gobierno Superior presentó a la Asamblea el día de su instalación,
1828” [en línea], Corpus de Mensajes Presidenciales de Costa Rica, Universidad de Costa Rica,
Facultad de Letras, Instituto de investigaciones lingüísticas, < https://sites.google.com/site/
mensajepresidencialcr/home> [Consulta 16 de agosto de 2012], p. 3. A pesar el tono positivo
del discurso Alejandro Marure señala que esta propuesta de Costa Rica no tuvo ningún efecto,
más que cartas de respuesta amistosa y buenas voluntades. Marure, Bosquejo, 1878, p. 84.
Montúfar por otra parte le atribuye un peso al darle importancia a la misión de paz de Manuel
Aguilar. Montúfar, Memorias, 1832, p. 112.
35 idem.