Nación y estados, republicanismo y violencia

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sellado, tabaco). Queda evidenciado que los empréstitos y depósitos, el producto 
de la venta del añil y el estanco del tabaco fueron los ramos que sostuvieron al 
estado salvadoreño y, en consecuencia, permitieron financiar el ejército aliado.

57

 

El caso del añil fue muy particular.

 El hecho de ser una de las principales 

fuentes de ingreso indica que el sistema productivo del añil sobrevivió a la 
contienda aunque disminuyó ostensiblemente su producción.

58

 Sin embargo, 

los exportadores, según cual fuera su adscripción en la contienda, tuvieron que 
lidiar con el espionaje y sabotaje de los agentes del bando contrario, cuyo único 
objetivo era perjudicar al enemigo limitándole el acceso a los recursos. 

Por ejemplo, en septiembre de 1827, el jefe del estado de Guatemala Mariano de 
Aycinena –comerciante y destacado aliado de los federales– tenía un cargamento 
de añil de 20 000 libras en movimiento, que fue embargado en San Salvador 
con la intención de transportarlo en el bergantín Boyer, del francés Santiago 
Mercher, hasta Conchagua y de allí embarcado en Guayaquil o Lima. El gobierno 
guatemalteco no perdió tiempo y mandó un agente especial para contrarrestar los 
planes salvadoreños, bloqueando el tránsito a La Libertad y Conchagua con un 
barco chileno. Cuando el bergantín fue apresado, en él iban Nicolás Espinosa y 
Antonio Corzo, comisionados del gobierno salvadoreño de Mariano Prado para 
comprar armas, pólvora y demás municiones de guerra y para solicitar oficiales 
instruidos. Para realizar las transacciones se llevaron los 80 zurrones de añil con 
un total de 20 000 libras de Aycinena y más de 100 tercios de tabaco y un costal 
de semilla de Jiquilite. 

57 Véase Cuadro 2 en Anexo. 
58 El añil fue un artículo bastante estable en el comercio con Gran Bretaña. Si bien no se tienen 

datos de los niveles de exportación de tinta durante la guerra, se sabe que en 1825 hubo 

en circulación un millón de libras de este producto. Wortman, Miles, La Fédération d’Amérique 

Centrale, pp. 167-169. La economía salvadoreña quedó parcialmente parada durante la 

contienda. Un agente inglés encargado de elaborar un informe sobre la región comentó que el 

comercio estaba mucho peor. Sin embargo estaba sorprendido de haber oído de la autoridad 

competente que la cosecha de añil en El Salvador fue 2/3 partes más de la media habitual. 

No obstante hubo grandes dificultades para cosecheros exportadores porque las grandes ferias 

habían sido suspendidas, además del bloqueo a los puertos del Pacífico. NA-FO 252-1, f. 319.