Nación y estados, republicanismo y violencia
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Conclusiones
Las dificultades para reconstruir, en forma parcial, las capacidades fiscales
que habían tenido las autoridades coloniales, fue uno de los puntos clave para
entender las debilidades del gobierno federal. Al mismo tiempo, este era un reto
que enfrentaban los estados fragmentados en regiones con sus propias dinámicas
sociales y cuya población estaba poco dispuesta a aportar recursos en forma directa,
gracias a la herencia dejada por la Constitución gaditana y su recuperación en
1820. Después de la emisión de la Constitución federal (1824) y la del estado de
Guatemala (1825), la recaudación de rentas comunes, como alcabalas interiores
y aguardiente, fue reordenada con la emisión de varios decretos, los cuales
mostraron problemas en su aplicación por la resistencia de la población en los
territorios más alejados del control de las autoridades de Ciudad de Guatemala
y por la falta de funcionarios más allá de la región central. Situación agudizada
por la precariedad de las mismas oficinas centrales (contaduría y tesorería) y el
poco apoyo recibido por los administradores de rentas departamentales. Es decir,
no existía un “centro institucional” que permitiese la sobrevivencia del estado
en forma más estable, reflejo de las primeras etapas de construcción estatal
guatemalteca, ya que era más un proyecto que un hecho.
Esta precariedad se tradujo en que, en momentos de guerra, las posibilidades
de recaudar con las rentas comunes no fuesen suficientes para atender dicha
emergencia a pesar del reforzamiento de las mismas. Esto explica también la
utilización de los préstamos forzosos para atender las necesidades más urgentes.
Este es un hecho general que las ciencias sociales han mostrado como eje de
construcción estatal, ya que el reforzamiento de las capacidades fiscales en
momentos de guerra permitió el engrosamiento del músculo estatal.
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Sin
embargo, la particularidad aquí es el hecho de aventurarse a una guerra en
momentos en que las autoridades guatemaltecas no tenían control efectivo
sobre el territorio del estado de Guatemala. Sin esta condición, el alargamiento
de la guerra llevaría al choque frontal tanto con las élites locales cómo con
las comunidades indígenas por la búsqueda de recursos, forrajes y soldados.
53 El clásico es TILLY, C., Coerción, capital y los Estados europeos, 990-1990, Alianza Editorial,
Madrid, 1991.