Ruth Piedrasanta Herrera
Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 59-76
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produjeron, pero en esta ocasión se
dirigieron sobre todo a los Estados
Unidos. Al respecto, Susanne Jonas
(2013), conocedora de la realidad del
país, señaló que en Guatemala, la
migración internacional se volvió una
válvula de escape en respuesta a los
múltiples problemas internos.
Este esbozo del contexto territorial
y temporal resulta fundamental para
entender las distintas estrategias
migratorias, entre ellas las de carácter
binacional que se han producido y sobre
las cuales el presente artículo aborda
únicamente las efectuadas por jóvenes
migrantes (hombres y mujeres)
situados en la zona de frontera del
noroccidente guatemalteco.
2. Los jóvenes migrantes
del postconflicto
Para los jóvenes guatemaltecos
del área rural en el siglo XXI, conseguir
un empleo no resulta fácil. Menos aún
que este sea satisfactorio, agradable
o estimulante en algún sentido. Por
ello, para los habitantes de la frontera
noroccidental de Guatemala, una
alternativa laboral que ha generado
interés es la migración hacia la zona
turística de Cancún y otros puntos de
la Riviera Maya.
Como fue mencionado, esta
migración para muchos indígenas
guatemaltecos habitantes de la
frontera noroccidental, dio inicio a
fines de los años ochenta, cuando se
llevaba a cabo la construcción de la
ciudad de Cancún, lo cual aparece en
relatos de personas chuj en municipios
fronterizos
3
. Más adelante, cuando
la zona de la Riviera Maya y no solo
Cancún, se consolidó como un pujante
destino turístico, la oferta laboral
se diversificó: hubo más empleo
en servicios, ya sea como trabajos
directos o indirectos para el turismo,
o bien en empleos domésticos y de
distinto tipo de servicios en empresas
locales ligadas a las exigencias de
las emergentes ciudades (Cancún y
Playa del Carmen) y otros puntos de
dicha Riviera. La temporalidad de este
proceso de desarrollo turístico permite
considerar que esta migración ya
concierne a dos o tres generaciones
4
,
y que se ha ido consolidando a nivel
regional como un circuito migratorio
transfronterizo, el cual en la actualidad
con frecuencia resulta practicado por
los más jóvenes.
Se constató, desde la primera
salida de campo, que esta migración
no presenta un solo lugar de origen
ni un solo destino laboral, sino reviste
un carácter plurilocal tanto en la
procedencia como en la destinación,
pudiéndose hablar de un circuito
3
Esto fue registrado en el municipio de San
Mateo Ixtatán, al inicio de este siglo, en el
trabajo de campo etnológico realizado por la
autora de este artículo.
4
Si por generación se considera el criterio de 20-
25 años, serían dos; no obstante, en esta zona
donde la edad de nupcialidad es temprana y la
fecundidad también, la aparición de una nueva
generación puede tomar entre 15 y 20 años.
Por tanto, se hablaría de casi tres generaciones
a partir de 1980.