Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 21-38
Esta orilla que es nuestro centro. Producción imaginaria de la frontera:
Una mirada desde el borde Chiapas-Guatemala
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su dinámica propia, es de señalar
que también el Estado muestra
ambigüedad en este tipo de espacios,
lo que somete al espacio en una doble
ambigüedad: la de los habitantes,
que desde la perspectiva del Estado,
no son considerados propiamente
depositarios de la identidad nacional,
por lo que los mantiene en situación
marginal; y la de los habitantes
hacia el Estado, dado que al no
ser concebidos como parte de la
unidad nacional —construida desde
el centro— mantienen y reproducen
su propia dinámica a partir de sus
posibilidades y deseos de interacción.
4. La producción de la franja
fronteriza controlada en
Chiapas
El borde permite el despliegue
de múltiples posibilidades de
intercambio, comunicación,
movilidad, comercio, encuentro,
adecuación y transformación social.
Dado el constante contacto de
alteridades, estas terminan por
volverse parte de la propia identidad
entre quienes comparten lo cotidiano
del borde. Por ello no causa sorpresa
que ante el incremento del tránsito
migratorio centroamericano, a través
de Chiapas, el Gobierno mexicano
busque controlar el despliegue de
nuevos imaginarios sociales, mismos
que cuestionan su «monocultura», su
«homogeneidad» y su sistema legal,
sobre todo en cuanto a la migración.
El Plan Frontera Sur, dado a
conocer en el 2014 con tres supuestos
objetivos: a) evitar que los migrantes
pongan en riesgo su integridad,
b) desarrollar estrategias puntuales
que garanticen su seguridad, y,
c) brindar protección a los migrantes,
combatiendo y erradicando a los
grupos criminales que vulneran sus
derechos, en realidad, tal como lo
señala el decreto que lo inauguró,
tiene la finalidad de «fortalecer
la presencia de la autoridad del
Estado en la zona» (Diario Oficial
de la Federación, 2014, p. 1): un
ejemplo de cómo el poder estatal
se despliega sobre el territorio
para evitar el desborde de nuevas
expresiones hacia el interior del país.
Cabe señalar que sobre el plan
hay poca información oficial, pues
este se mantiene encriptado en los
altos mandos gubernamentales;
no obstante uno de sus resultados
inmediatos ha sido la instrumentación
de cinco Centros de Atención Integral
al Tránsito Fronterizo (Caitf) —en
Trinitaria, Huixtla, Catazajá, Palenque
y Frontera (municipio de Centla,
Tabasco)—, mismos que en conjunto
delinean territorialmente una franja
fronteriza sobre la que se eficientiza
el control, a través del incremento
de cuerpos policiales, de supervisión
migratoria y con la circulación de
elementos del Ejército.
El control se completa con una serie
de medidas que permiten vislumbrar