Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 5-18

Las fronteras en la historia: La construcción del límite entre Petén y Campeche

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La investigación de Norman 

Schwartz (1992) sobre las 
modalidades de colonización en Petén 
apunta a que durante el siglo XIX no 
existió propiedad privada de la tierra 
en la región, porque no se había 
desarrollado ningún tipo de agricultura 
comercial y estaba poco habitado. El 
presidente Estrada Cabrera (1898-
1920) inició con la adjudicación de 
títulos de tierra a ciertos personajes 
notables en agradecimiento a sus 
servicios, pero su impacto era todavía 
muy reducido y siempre circunscrito al 
área de Flores (Schwartz, 1992, pp. 92 
y 244-245). Parece que el desinterés 
tanto de los distintos gobiernos como 
de posibles inversores o colonos 
–a no ser que fueran refugiados– 
era la nota que dominaba allí en 
esos tiempos. La economía forestal 
propició el incremento de flujos de 
población habitando las selvas, pero 
aparentemente, la apropiación privada 
de la tierra no fue una prioridad. 

Por su parte, Luis Arriola (2008, 

pp. 18 y 24) nos explica que «la 
agarrada» era la forma dominante 
para el avance de la frontera-frente 
del norte petenero, siendo una 
modalidad de tenencia temporal y 
libre, que duró hasta la segunda mitad 
del siglo XX. En el mismo sentido, 
Isabel Rodas (2009, p. 15) sostiene 
que hasta 1950 la propiedad de la 
tierra petenera era estatal, porque 
el sistema de recolección maderero 
no necesitaba de titulación ni de 
apropiación privada de los recursos 

naturales. Margarita Hurtado (2010) 

insiste en que el interés por ese 

territorio guatemalteco no empezó 

sino hasta la década de 1960.

La hipótesis del desinterés 

guatemalteco hacia Petén es esgrimida 

también por Edith Kauffer (2010b, 

pp. 201-201 y 208) en su análisis de 

la cuenca del río Candelaria desde la 

hidropolítica, argumentando que esa 

fue la razón para que el Gobierno de 

Guatemala cediera buena parte de esa 

cuenca a México en 1882. Constata, 

además, que el estado de Campeche 

no tiene una tradición de relaciones 

internacionales con su vecino. 

Entonces, ¿cómo explicar el «interés 

sostenido» de México, en palabras 

de Jan de Vos, y el «desinterés» de 

Guatemala apuntado por Kauffer 

hacia la misma selva?

El estudio de Jan de Vos (1988) 

referido a la colonización de la Selva 

Lacandona, a partir de la expansión de 

los madereros tabasqueños sobre los 

bosques chiapanecos abrió una rica 

veta teórico-metodológica al centrar 

su investigación en los agentes de 

colonización. Línea seguida por Ponce 

y por otros estudiosos mexicanos que 

han explicado la frontera entre México 

y Guatemala, documentando las 

dinámicas colonizadoras de diversidad 

de agentes sociales y los propósitos 

ideológicos del Estado mexicano en la 

integración de esa área periférica al 

modelo nacional

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 Teresa Ramayo, Los Mayas Pacíficos…; Lean 

Sweeney, La supervivencia....; Gabriel Aarón 

Macías Zapata (coord.), El vacío imaginario…;