Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 113-119
Documento. Graduación Solemne
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de desigualdades en el bienestar y
desarrollo tanto entre naciones como
dentro de estas; (iii) La escasez de
bienes naturales, principalmente
agua, energía y alimentos; (iv) Las
transformaciones demográficas, con
fuertes movimientos poblacionales;
(v) La urbanización y expansión de
ciudades; (vi) El cambio climático, con
efectos en todo el sistema, incluyendo
la mayor recurrencia de desastres, y;
(vii) El empoderamiento ciudadano
(con ribetes de polarización social),
inducido por el recrudecimiento de
ciertas crisis (p. 14).
Una perspectiva que resulta útil
para analizar las implicaciones de
estos eventos globales en nuestro
país y la región, es la del riesgo.
Porque este induce a establecer
condiciones de posibilidad de manera
precautoria. El riesgo se define por las
vulnerabilidades (que son internas) y
por las amenazas (que son externas).
Nuestro país es sumamente vulnerable
desde el punto de vista económico,
sociocultural, ambiental y también
político-institucional. De modo que
podríamos estar en un estado de
indefensión bastante alto frente a las
amenazas. Y aunque esto es objetivo,
no permitirá dejar un escenario
poco optimista justo el día de su
graduación. Sin dejar de ver el riesgo,
activamos nuestras capacidades de
respuesta para aprovechar recursos
y condiciones. Nuestro país tiene al
menos diez territorios altamente
diferenciados con una diversa base
de bienes naturales, un potencial
dinamismo económico sustentado no
solo en esos atributos biofísicos, sino
en una diversidad sociocultural amplia
y una población dominantemente
joven y emprendedora. Necesitamos
entonces, retomar el largo plazo,
revitalizar
nuestras
instituciones
democráticas, dinamizar los territorios
de manera incluyente y fortalecer la
ciudadanía, de la cual ustedes forman
parte. En todos estos ámbitos están
llamados a liderar, a tomar la estafeta.
Esta invitación me parece que está a
tono con lo que el papa Francisco señala
en la reciente encíclica Laudato si, al
analizar las crisis socioambiental que
afecta a la casa común, el planeta.
Él dice, cito: «Al centro de esa crisis
siempre están las personas y no hay
vía de solución que no esté cifrada
en la capacidad y la voluntad de las
personas» (p. 157).
Y de estas ideas se deriva la
segunda razón que cimenta nuestra
confianza en ustedes. Y tiene que
ver con la madurez. Ustedes están
llamados a procurar un pleno
entendimiento de la historia de las
tensiones, los eventos y las dinámicas
que mencioné y de los contextos que
los explican y sostienen. Al hacer
uso del conocimiento y la virtud que
enriqueció su vida universitaria y que
los trajo a este lugar y momento. Esta
ceremonia reúne a lo más granado
de la Universidad Rafael Landívar.
Así, ustedes son portadores, con