Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 101-109

Entrevista al embajador Carlos Raúl Morales

108

contexto internacional, que buscaba 
agredir e invadir Belice.

P: ¿Cuál es su opinión sobre la 

consulta popular?  

R: 

1. La participación electoral superó 

todas las consultas populares realizadas con 
antelación en el país.

2. El porcentaje obtenido por el SÍ es 

abrumador y no queda duda de la 
vocación de paz y armonía expresada 
por la población guatemalteca. 

3. Es importante notar que durante la 

consulta popular no hubo acarreo de 
votos, porque no estaban en juego 
candidaturas a alcaldes, diputados 
o presidente. Los guatemaltecos 
que salieron a votar lo hicieron por 
voluntad propia y sabían muy bien 
por qué opción querían votar. No hubo 
engaños y ofrecimientos falsos.

4. La consulta popular tampoco se 

convirtió en un voto a favor o en 
contra del presidente de la República. 
La consulta no se politizó y fue un voto 
por el país, por la patria.

P: ¿Qué opciones existen después 

de la consulta popular?

R: Lo que viene es la celebración 

de la consulta popular en Belice, que 

como se indicó será el martes 9 de 

abril de 2019. Belice tiene su propia 

estrategia y se encuentra trabajando 

actualmente para educar y convencer 

a su población que la CIJ es la mejor 

opción para dirimir el diferendo.

Luego de que Belice gane su 

consulta popular, ambos países 
tendrán que notificar a la Secretaría de 
la Corte Internacional de Justicia (CIJ), 
así como a la Secretaría General de la 
Organización de las Naciones Unidas, 
que las poblaciones de Guatemala y 
Belice han decidido que el diferendo 
territorial, insular y marítimo, sea 
resuelto en la jurisdicción de la CIJ. A 
partir de esa notificación, Guatemala 
tendrá un año para presentar su 
demanda o memoria. 

Si el resultado llegara a ser 

negativo en Belice, dicho país tendrá 
que buscar el mecanismo legal que 
le permita someter el litigio a la 
jurisdicción de la CIJ.

Creo que Guatemala tiene pruebas 

importantes y además, la conformación 
de la Corte Internacional de Justicia 
(CIJ) no es un problema para el país. La 
Corte, en sus setenta años de existencia, 
no ha tenido un solo reclamo de parte 
de los países a los que les ha dictado 
sentencia. No hay un solo reclamo de 
parcialización. Actualmente once de los 
quince magistrados que la componen, 
no provienen de la mancomunidad 
británica de países.

P: Llama la atención que antes 

planteaba que los ingleses jamás 
han querido acudir a la Corte. Si 
es tan fácil conseguir el favor de la 
jurisprudencia y el favor de los jueces 
¿por qué no han acudido antes?