Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 101-109
Entrevista al embajador Carlos Raúl Morales
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decidieron, entre otras cosas, que las
consultas se realizaran en las fechas
que convengan mejor a cada país, ya
que la simultaneidad no favorecía la
coyuntura política en las dos naciones.
Para poder someter el diferendo a
la jurisdicción de la CIJ, es necesario
que en ambos países gane el SÍ.
Sin embargo, no son las mismas
motivaciones del pueblo guatemalteco
que las del pueblo beliceño. Es
importante recordar que Guatemala
es el país que reclama y Belice el país
que ocupa el territorio reclamado,
por eso tendrá un mayor grado de
complejidad obtener el SÍ en Belice.
El principio de una buena relación
tiene que ser una buena vecindad,
pero la relación entre ambos países
nunca ha sido fácil, al contrario ha sido
compleja y por eso es que se valora
el aporte de la OEA en la gobernanza
del diferendo.
La
población
beliceña
es
dramáticamente inferior en número,
apenas 380 mil habitantes; pero
tienen un mayor poder adquisitivo;
la educación es de mucho mejor nivel
que en Guatemala y no tienen los
niveles de pobreza nuestros. Puedo
afirmar que la población beliceña
tiene una mejor calidad de vida en
general que los guatemaltecos.
De dicha cifra de habitantes que
tiene Belice, 75 mil aproximadamente
son guatemaltecos o de origen
guatemalteco. Es importante conocer
que la mayoría de ellos se identifican
como beliceños y que el vínculo que
mantienen con Guatemala es más
cultural y por razones familiares.
Muchos de ellos se identifican con la
causa beliceña, al extremo que una
buena parte viajó a Guatemala a
votar en la Consulta Popular del 15
de abril de 2018, para votar por el
NO. Guatemala y Belice intentaron
realizar las Consultas Populares de
manera simultánea el 6 de octubre
de 2013, fecha que fue acordada en
marzo de 2012 ante el secretario
general de la OEA en la sede de la
organización, sin embargo, a las
pocas semanas Guatemala se percató
que durante el 2008, mientras se
negociaba el Acuerdo Especial, Belice
había aprobado una nueva legislación
que regulaba las consultas populares,
exigiendo la participación del 60 %
del padrón electoral y el 51 % de
los votos válidos para poder declarar
válida cualquier consulta popular. Con
esta nueva legislación, Belice modificó
las condiciones de igualdad en que
ambos países deberían celebrar el
referéndum, por lo que Guatemala
canceló su consulta popular.
Por ello, Guatemala y Belice
iniciaron en el 2014 un proceso de
negociación que permitiera crear las
condiciones necesarias para poder
reprogramar las consultas populares.
Dentro de las acciones acordadas se
negociaron y firmaron en diciembre
de 2014 un total de trece Acuerdos
Bilaterales en prácticamente todas