Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 101-109
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ENTREVISTA AL
EMBAJADOR CARLOS
RAÚL MORALES
Pregunta: ¿En qué condiciones
se llevó a cabo la consulta reciente
sobre el tema de Belice?
Respuesta: Es conveniente hacer
primero un contexto general sobre el
tema. Guatemala lleva toda su vida
independiente con este problema. Es
un tema al que, lamentablemente,
por muchas razones no se le ha
podido dar solución durante casi
doscientos años. De 1821 a 1981 se
negoció directo con los ingleses, pero
en 1981 el Reino Unido le otorgó su
independencia unilateral a Belice, con
lo cual nos creó un mayor problema,
porque Guatemala tenía que continuar
las negociaciones con Belice al que no
reconocía como país independiente.
Tuvieron que transcurrir diez años
desde la independencia de Belice,
para que Guatemala reconociera
el 11 de septiembre de 1991 al
menos dos de los tres elementos que
necesita un Estado para existir y ser
miembro del concierto de naciones.
Guatemala reconoció únicamente la
autodeterminación del pueblo beliceño
a ser beliceño y al Gobierno de Belice,
pero no reconoció su territorio.
En el momento en el que
Guatemala reconoce a Belice como un
país independiente, Belice, también
reconoce que Guatemala pretende
tener derecho sobre el territorio que
ellos ocupan. En ese momento se
entabla el diferendo territorial, insular
y marítimo entre ambos países. Es
necesario y urgente encontrar una
solución a la disputa, porque no
podemos vivir dos países vecinos
con un diferendo de esa magnitud.
No existen fronteras demarcadas
y reconocidas entre ambos países
porque el reclamo legal de Guatemala
es sobre el territorio continental,
insular y marítimo que Belice ocupa. Y
no tener fronteras tiene repercusiones
en muchas áreas, pero en particular
en la seguridad, donde el crimen
organizado y el narcotráfico toma
ventaja de la situación, además de
la desconfianza en que viven ambas
poblaciones caracterizada por la
animadversión de unos a otros, la rabia
y la impotencia ante los abusos que
las autoridades beliceñas realizan en
contra de campesinos guatemaltecos
en áreas protegidas que administra
Belice (a la fecha le han quitado la
vida a diez campesinos desde 1999,
entre ellos varios menores de edad).
Por ello, entre muchas razones más,
es importante darle una solución
cuanto antes al diferendo territorial,
insular y marítimo.