Blanca Marín Valadez

Espacios Políticos, Año XI, número 18, junio de 2019, pp. 79-97

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Esta relación indica horizontalidad, 
flexibilidad y ambivalencia en el 
culto, pero sobre todo expresa los 
principales significados del santo en 
Macondo, que son proveer y proteger. 

La característica ambivalente 

de san Simón en este contexto 
devocional, permite observar la 
horizontalidad entre el santo y sus 
devotas. Esto puede deberse a que, 
tanto el santo como las devotas, 
se sitúan en los márgenes de las 
instituciones religiosas que tienen 
una normatividad clara sobre el 
comportamiento sexual, donde la 
concupiscencia aleja al ser humano 
de la gracia divina.

Los que se guían por la carne, piensan 
y desean lo que es la carne; los que 
son conducidos por el Espíritu, van 
a lo espiritual. La carne tiende a la 
muerte, mientras que el Espíritu se 
propone la vida y la paz. No hay 
duda de que el deseo profundo de 
la carne es rebeldía contra Dios: no 
se conforma, y ni siquiera puede 
conformarse al querer a Dios. Por 
eso los que están bajo el dominio de 
la carne no pueden agradar a Dios 
(Romanos 8: 5-8).

Mientras que la Iglesia católica 

establece una marcada frontera entre 

Dios y los concupiscentes, en el culto 

a san Simón la sacralidad se vive a 

través del cuerpo. En el Kumbala, el 

placer sexual es uno de los elementos 

que componen la ritualidad sagrada. 

Varias de las principales prácticas 

religiosas del culto a san Simón en 

el Kumbala, tenían como objetivo 

satisfacer sexualmente al santo. 

Había quienes mientras bailaban 

frente al altar se desnudaban poco a 

poco; algunas tomaban las pequeñas 

figurillas y frotaban con ellas sus 

cuerpos, las envolvían entre sus 

senos o se las colocaban en la tanga. 

San Simón, durante la fiesta principal, 

elegía a una de ellas como su esposa 

y esta tenía que tomar con él toda la 

madrugada del 28 de octubre, que es 

cuando se festeja al santo en diversas 

latitudes de Guatemala, México y 

Estados Unidos

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. Incluso hubo quienes 

tuvieron sueños eróticos con el santo. 

Sofía, una chica de 25 años, originaria 

de Ciudad de Guatemala, me narró 

uno de los sueños más intensos que 

tuvo con el Monchito:

Mire Mónica, un día ya habían cerrado, 
ese día me sentía muy prendida, 
estaba pensando en hablarle a 
Bárbara para pasar la noche con 
ella. No sé en qué momento pasó, 
pero estaba acostada y me sentía 
muy caliente, de pronto, viera 
usted, comencé a sentir algo que 
recorría mi cuerpo, como unos labios 
que caminaban por mis piernas y 
sentí unas manos fuertes que me 
apretaban acá, la cadera, supe en 
ese momento que era Moncho, sólo 
me relajé y me dejé ¡que él hiciera lo 

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 En el trabajo que realizo actualmente sobre 

san Simón, he registrado su relocalización en 

Estados Unidos, donde se festeja la fiesta el 28 

de octubre.