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Carlos Rafael Cabarrús Pellecer, S. J.
Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 75-94
• Enormes recursos que se
sustraen a la economía y a las
políticas sociales.
• Falta de transparencia en
las finanzas nacionales e
internacionales.
• Utilización de paraísos financie-
ros con dineros ilícitos.
• Falta de información sobre
el tema por los medios de
comunicación: prensa, radio,
redes sociales… aspecto que
también se está revirtiendo…
• Falta de una verdadera
democracia.
• Acumulación y desigualdad cre-
ciente y extrema.
Peculado culposo: El funcionario o empleado
público que, por negligencia o falta de celo,
diere ocasión a que se realice, por otra
persona, la sustracción de dinero o efectos
públicos de que trata el artículo precedente.
Tráfico de influencias: Utilizar la influencia
en algo nocivo en ámbitos del gobierno o
incluso empresariales, a través de conexiones
con personas, y con el fin de obtener favores
o tratamiento preferencial. Se buscan
conexiones con amistades o conocidos para
tener información, y con personas que ejerzan
autoridad o que tengan poder de decisión, y a
menudo esto ocurre a cambio de un pago en
dinero o en especie, u otorgando algún tipo
de privilegio.
Lo anterior son nombres para referirse a
términos jurídicos donde se especifican
ilícitos con relación a dinero e influencias. Ya
indicamos, con todo, que la palabra que más
define el ámbito de corrupción respecto a las
mayorías es la inequidad. Es ella la causa del
sistema nocivo imperante que prolifera en las
zonas más pobres de nuestras ciudades: es
el caldo de cultivo que envenena a la mayoría
de las personas en esas barriadas. Es allí,
además, donde rige la impunidad despiadada.
La corrupción engloba: violaciones, vicios,
asesinatos, desnutrición, enfermedades y
analfabetismo, en un horizonte de falta de
posibilidades de cambio y de futuro.
• Anteposición del derecho de
propiedad privada antes que los
derechos humanos.
• Destrucción de la naturaleza.
Esto es muy claro en toda la
economía extractivista, donde
para llevar adelante esos planes,
se ocultan los destrozos a la
naturaleza. Ahí surge de nuevo
un lugar para la corrupción,
además de que para ello, casi
siempre se logra la cooperación
del Estado para apoyar esas
industrias, de manera velada o
encubierta.
• Reducción del Estado. Esto
tiene consecuencias nefastas
en los roles de gestión del bien
común; en su rol policial de
defensa del orden e implica la
reducción de recursos y pérdida
de soberanía frente a los
poderes económicos internos e
internacionales.
Lo que hace más letal a la
corrupción es que con frecuencia los
costos de las vidas lujosas se pagan
desviando los fondos de los Estados,
que estaban destinados a una
utilización más legítima, en beneficio
de la salud, educación, y vivienda de
las personas menos favorecidas.
• La corrupción atraviesa todos
los sectores sociales. Es un
fenómeno que infecta a cada
uno de los Estados y a los
organismos internacionales. Ha
sido fuente de lacras terribles a
nivel moral y financiero.