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Carlos Rafael Cabarrús Pellecer, S. J. 

Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 75-94

más escondidos, porque de alguna 
manera, toda corrupción descubierta 
era sancionada como nefanda, a veces 
con cárceles o muerte. Actualmente, 
se ha descubierto cómo la corrupción 
larvada de esas sociedades ahora 
ha tomado una fuerza desmedida 
increíble.

La corrupción que 

experimentamos en nuestros días 
es una actividad que es hija de 
este actual modo de producción, 
donde se privilegia el consumo y 
además el consumo suntuoso, que 
siempre se vuelve más difícil de 
alcanzar y eso provoca la necesidad 
de tomar o aprovecharse del dinero 
que permita acceder a ese «paraíso 
terrenal» de la posesión de bienes 
de lujo y extravagancias. Todo se ha 
mercantilizado: la tierra, el agua, las 
instituciones y hasta las personas 
se han vuelto bienes de consumo. 
La alta concentración del poder 
económico resulta en que puedan 
comprar lo que sea, por el medio que 
sea, como en el caso de la mayor 
transnacional portuaria del mundo, 
que compró la voluntad del Gobierno 
de Guatemala y su mayor puerto en 
el Pacífico, siendo un ejemplo claro 
de corrupción.

Sin embargo, ser miembros 

en pleno derecho del consumismo 
exacerbado, solo es posible para una 
ridícula minoría en la tierra -en torno 
al 1 % de la humanidad-. Dicho de otra 
manera, según el último informe de 

Oxfam

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, en la actualidad 63 personas 

a nivel mundial poseen la misma 

riqueza que 3,600 millones (la mitad 

más pobre de la humanidad). Hace 

tan solo 5 años eran 388 personas… 

Esto quiere decir que cada vez, la 

mayor parte del capital del planeta la 

manejan solo unas cuantas personas 

y la mayoría es cada vez más pobre

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Sin embargo, la publicidad difundida 

por los medios de comunicación hace 

5

 Smith Drive, J. (2016). Una economía al 

servicio del 1 %. Acabar con los privilegios 

y la concentración del poder para frenar la 

desigualdad extrema (No. 210). (C. Álvarez 

Alvarez, T. Cavero, S. Ruiz, & A. Sanz Martins, 

Trads.). Cowley, Oxford: Oxfam GB.

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 Otros datos relativos a esto son:

• El 1 % más rico de la población mundial 

acumula más riqueza que el 99 % 

restante.

• Al mismo tiempo, la riqueza en manos 

de la mitad más pobre de la humanidad 

se ha reducido en un billón (millón de 

millones) de dólares a lo largo de los 

últimos cinco años.

• En 2015, solo 62 personas poseían la 

misma riqueza que 3 600 millones (la 

mitad más pobre de la humanidad). 

No hace mucho, en 2010, eran 388 

personas.

• Mientras tanto, la riqueza en manos de 

la mitad más pobre de la población se 

redujo en más de un billón de dólares 

en el mismo periodo, un desplome del  

41 %.

• Desde el inicio del presente siglo, la 

mitad más pobre de la población mundial 

solo ha recibido el 1 % del incremento 

total de la riqueza mundial, mientras 

que el 50 % de esa «nueva riqueza» ha 

ido a parar a los bolsillos del 1 % más 

rico.

• Los ingresos medios anuales del 10 % 

más pobre de la población mundial, en 

quienes se concentran pobreza, hambre 

y exclusión, han aumentado menos de 

tres dólares al año en casi un cuarto 

de siglo. Sus ingresos diarios han 

aumentado menos de un centavo al año.