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Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 31-49

Cambio climático: hacia dónde vamos y hacia dónde deberíamos ir

ser expuesta a los impactos o efectos 
del cambio climático, individual, 
autónoma o reactivamente, busca 
maneras de adaptación que 
disminuyan el impacto ocasionado 
por la variabilidad climática. Dichas 
adaptaciones autónomas tienen, a su 
vez, cierto impacto en el bienestar de 
las personas que, dependiendo de su 
grado de vulnerabilidad, puede ser 
mayor o menor.

Los Gobiernos tienen dos posibles 

vías: trabajar intensamente en la 
mitigación a nivel mundial, o aplicar 
medidas de adaptación a los impactos 
del cambio climático. Las medidas de 
mitigación son aquellas que reducen 
las emisiones de gases de efecto 
invernadero o buscan formas de 
aumentar los sumideros. Las medidas 
de adaptación, por otra parte, 
consisten en aliviar los impactos 
a través de un amplio espectro de 
acciones diferenciadas y específicas 
para cada sistema. La decisión no 
necesariamente debe ser excluyente. 
Ciertos países, de acuerdo con las 
necesidades de la población y según 
la cantidad de GEI que emiten, han 
optado por trabajar en la mitigación 
y la adaptación. Otros países, como 
Guatemala, debido a sus recursos 
muy limitados y la falta de capacidad 
técnica; al ser emisores netos mínimos 
en el espacio global, y contar con 
sociedades muy vulnerables; se ven 
en la necesidad de optar, únicamente, 
por la adaptación.

La adaptación a los impactos del 

cambio climático se implementa desde 
una plataforma pública, estratégica 
y anticipatoria. Al tomar la vía de la 
adaptación, el Estado aborda el tema 
a través de políticas públicas, trabajo 
interinstitucional bien organizado 
e inversión apropiada. Ello debe 
enfocarse, estratégicamente, en la 
disminución de la vulnerabilidad de la 
sociedad. Si por el contrario, todos los 
esfuerzos se enfocan únicamente en 
los efectos o impactos, se convertirán 
en soluciones a muy corto plazo. 
Requerirán, progresivamente, más 
asistencia y más presupuesto. 
¿Por qué? Los impactos del cambio 
climático, de acuerdo a las tendencias 
mundiales, no cesarán en los próximos 
años, por el contrario, se agravarán. Si 
las medidas de adaptación se enfocan 
en los efectos (actividades puntuales 
en localidades especificas, con un 
impacto identificado) y no en combatir 
la vulnerabilidad sistémica de la 
población, las medidas de adaptación 
no resultarán tan sostenibles en el 
tiempo.

Lo anterior no significa que las 

medidas a corto plazo, con proyectos 
específicos en localidades en estrés, 
deban eliminarse. Por el contrario, 
estas son necesarias, pero no las 
únicas. Si se desea adaptación real 
a los impactos del cambio climático, 
la disminución de la vulnerabilidad 
sistémica es la única vía para afrontar 
la realidad mundial y garantizar el 
bienestar de la población.