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Virginia Mosquera Salles
Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 31-49
El reto es actualizar las necesidades
de los territorios frente a los impactos
de cambio climático. Es necesario que
las autoridades de gobierno pongan
la atención necesaria. Se debe
afrontar, con una institucionalidad
fuerte y estratégica, la necesidad de
un cambio estructural que disminuya
la vulnerabilidad sistémica del país,
cuya prioridad es atacar las causas
de problemas, desde la raíz, y no
los efectos.
Enfrentar la vulnerabilidad
sistémica tiene varias caras: desde
lo social, confronta el proceso de
desarrollo histórico, desigual y
excluyente, que sume en la pobreza a
la mitad de la población guatemalteca
y en la desnutrición, a la mitad
de sus niños. Lo anterior significa
que la economía, basada en un
modelo de desarrollo extractivista y
concentrador, debilita las estructuras
sociales y ambientales, y alimenta la
vulnerabilidad. El sistema económico
debe transformarse en un modelo más
social, que reparta el capital y busque
el bienestar de muchos y no de unos
pocos. Se deben exigir los derechos
de los trabajadores, la redistribución
justa de la renta, a través de
impuestos, y una inversión pública
generadora de bienestar social y no
solo para el inversionista. Desde lo
institucional, es necesario fortalecer
la capacidad técnica, estratégica y
financiera de las instituciones que
velan por el bienestar de la población
para que, al final, guíen inversiones
e intervenciones, con un enfoque
estratégico de fortalecimiento, hacia
un nuevo modelo de desarrollo
centrado en la persona.
8. Reflexiones finales
La siguiente síntesis resume
y presenta el orden lógico de las
ideas sobre el cambio climático. Las
actividades humanas a través de
la historia, principalmente a partir
de la Revolución Industrial, han
desequilibrado el balance del clima
dentro del globo terrestre, mediante
la emisión de GEI. El calentamiento
global generado por dicho desbalance,
provoca el efecto invernadero y un
cambio climático a nivel mundial.
Dicho cambio, identificado por el
alza de la temperatura promedio de
la Tierra y sus océanos, creó una
alteración en los regímenes climáticos
mundiales, con impactos importantes
para la vida en el planeta. Entre
otros, los impactos son: el cambio
en los patrones de precipitación,
las tormentas más fuertes y con
mayor frecuencia, el cambio en los
ecosistemas naturales y el alza en los
niveles del mar.
Los impactos anteriores recaen
sobre una sociedad, sea vulnerable
o no; tenga o no, la capacidad
de afrontar dichas variabilidades
climáticas, sin mayor efecto en la vida
de las personas. Cualquier sociedad, al