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Virginia Mosquera Salles
Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 31-49
de la mortalidad asociada al frío. Los
cambios locales en la temperatura
y la precipitación han alterado la
distribución de algunas enfermedades
transmitidas por vectores presentes
en el agua.
El cambio climático es un
fenómeno acelerado por la actividad
antropogénica de los últimos dos
siglos. Los procesos de producción,
hoy insostenibles, generaron más
gases de efecto invernadero que
durante el resto de la historia del
mundo. Dichos GEI, crearon una
capa con efecto invernadero que
logra retener una mayor cantidad de
la energía proveniente del sol y eleva
la temperatura promedio en el globo
terrestre. Dicha situación genera
trastornos en los sistemas globales
climáticos; afecta los patrones
naturales de precipitación y corrientes
marinas; y produce fenómenos
extremos. Tales alteraciones se
traducen en impactos, que para este
ensayo, se clasifican en cinco grandes
categorías: sobre los ecosistemas
terrestres, los ecosistemas marino-
costeros, los recursos hídricos, la
producción de alimentos y la salud
humana. El cambio climático se
convierte, no solo en un problema
ambiental; sino también en un
problema de desarrollo en el que los
efectos son amplios; se extienden en
diferentes sectores y se diferencian,
según el territorio que afecten.
4. Impacto de cambio
climático en países
vulnerables
Se puede señalar que el
fenómeno del cambio climático en
Guatemala, impactará en todos
los subsistemas del sistema país;
es decir, en lo económico, natural,
social e institucional. Dichos impactos
recaerán
sobre
una
sociedad
sistémicamente vulnerable; incapaz,
hasta el momento, de afrontar
la problemática con la seriedad
necesaria; dado que la vulnerabilidad
y sus respectivas causas, juegan un
rol esencial en la intensidad de dichos
impactos.
La vulnerabilidad es definida de
varias maneras, según las ciencias
que estudian el fenómeno. Desde la
ecología política, por ejemplo, se la
ve como condición de una comunidad
u hogar, determinada por ciertos
indicadores socio ecológicos. Por
el contrario, existe una tendencia
diferente que ve la vulnerabilidad de
un sistema, a través de la habilidad de
este o de los individuos, de responder
a o recuperarse de cualquier amenaza
externa (Füssel, 2009, p. 2).
Guatemala se sitúa dentro
de los países más vulnerables a
nivel mundial, si se considera la
vulnerabilidad como «el grado en que
un sistema es susceptible o incapaz
de enfrentarse a efectos adversos
del cambio climático, incluyendo la