33
Virginia Mosquera Salles
Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 31-49
que evita la pérdida de toda la energía
y el enfriamiento a temperaturas,
bajo las que los procesos biológicos
no se producirían. Esto es lo que se
denomina efecto invernadero uno de
los procesos esenciales, sin el cual, la
vida en la tierra como la conocemos,
no sería posible (Intergovernmental
Panel on Climate Change -IPCC-
2007, p. 2).
Se denomina a dichos gases
(CO
2
, CH
4
, N
2
O, entre otros), por esta
razón, gases de efecto invernadero
(GEI). Sus concentraciones no son
estáticas; tienen fluctuaciones, a
través de largos o cortos períodos
de tiempo, causadas por actividades
naturales, como las erupciones
volcánicas, la fotosíntesis, las
respiraciones de los seres vivos;
o por actividades antropogénicas,
como la quema de combustible
fósiles, la eliminación de bosques, o
el mal manejo de basureros, entre
otros (IPCC, 2013, p. 9).
A partir de la era industrial, los
GEI concentrados en la atmósfera
producidos por la actividad
antropogénica, han aumentado sin
precedentes, si se compara con la
evolución en un lapso de tiempo
800 000 años. Por ejemplo, las
concentraciones de CO2, uno de los
principales GEI, fluctuaba entre 190
y 280 partes por millón en volumen
(ppmv), en el período entre la era
glacial y la Revolución Industrial.
La tasa de aumento de CO
2
en la
atmósfera es de 1.5 ppmv por año, la
tasa más alta en los últimos 43 años
de registros continuos (King, 2004,
p. 15). Mientras en 1960 se alcanzó
una concentración de 315 ppmv, en la
actualidad producen concentraciones
mayores a los 370 ppmv. Solo entre
2000 y 2010, se registró un máximo
histórico que, sumado a las emisiones
históricas eleva la concentración de
GEI en la atmósfera (IPCC, 2014c,
p. 44).
El aumento de emisión y
presencia de GEI ha ocasionado la
intensificación del efecto invernadero.
La tierra retiene más energía solar,
se eleva la temperatura media y se
produce un calentamiento global.
Desde 1950 se observan cambios,
sin precedente en décadas y hasta
en milenios pasados. Cada uno de los
tres últimos decenios fue más cálido
que cualquier decenio anterior, desde
1850. De acuerdo con el reporte del
IPCC (2013, p. 5), el período que va de
1983 a 2012, ha sido el más cálido de
los últimos 1 400 años. Es inequívoco
e innegable afirmar, entonces, que
el calentamiento global lo ocasiona
la actividad humana (Oreskes, 2005,
p. 1686).
El cambio climático corresponde a
los regímenes climáticos temporales de
la tierra, a causa del calentamiento
global. Los impulsores físicos de
dicho cambio son las sustancias, los
procesos naturales y los procesos
antropogénicos que alteran el