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Ricardo Ernesto Marroquín
Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 3-27
Agraria Laboral y Ambiental. En este
proceso participaron 32 instancias
de la sociedad, entre organizaciones
campesinas, indígenas y de mujeres,
centros de análisis e investigación
y la Facultad de Agronomía de
la Universidad de San Carlos de
Guatemala.
La política reconoce que el
desarrollo rural determina el nacional
y que el Estado debe cumplir un papel
rector en el impulso de las acciones
que lo garanticen. La PDNRI también
se identifica con el camino trazado
por los Acuerdos de Paz y señala,
como su objetivo, el siguiente:
Lograr un avance progresivo y
permanente en la calidad de vida de
los sujetos priorizados en la presente
Política Nacional de Desarrollo
Rural Integral y, en general, de los
habitantes de los territorios rurales,
a través del acceso equitativo y uso
sostenible de los recursos productivos,
medios de producción, bienes
naturales y servicios ambientales, para
alcanzar el desarrollo humano integral
sostenible enel área rural (Gobierno
de Guatemala, 2009, p. 10).
La política establece varios
principios rectores y coloca al ser
humano como el centro del desarrollo
rural integral, establece que las
personas deben ser objeto y sujeto
de los planes de desarrollo. Propone
la integralidad del desarrollo; por lo
que se enfoca en aspectos de la vida
humana, como la política, la sociedad
y la cultura; y no únicamente en lo
económico.
Reconoce la importancia del
cuidado del medio ambiente, tanto
para garantizar la producción, como
para atender la vulnerabilidad frente
a los desastres naturales. Resalta
la importancia de la equidad para
generar espacios de participación y la
disminución de la desigualdad social.
Otro de los principios rectores es la
multiculturalidad e interculturalidad,
dadas la diversidad cultural y la
vivencia de distintos pueblos en el
territorio nacional.
En la siguiente tabla se presenta
una síntesis de las políticas sectoriales
y líneas estratégicas de la PNDRI.