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¡Adiós maestro, Carlos Orantes!
Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 125-127
disposición de ayudar e instruirnos,
en el largo proceso de elaboración
de nuestro trabajo final; proceso
que tuvo sus altas y bajas, pero que
siempre contó con su apoyo. Sin duda
alguna, para la comunidad académica
y para el personal que lo rodeaba,
dejó un vacío irreemplazable. Hoy no
me queda más, que darle las gracias
a la vida, por haberme permitido
conocer al profesor Orantes, quien
más que un gran académico, fue una
gran persona.
(Aubrey Arsenio Guillén)
Además de ser guatemaltecos
y coincidir en un mismo momento
y espacio, teníamos muy poco en
común. Solamente el amor por una
buena taza de café, las pláticas
sobre la vida, la salud y lo efímero y
valiosos que las dos anteriores son en
la lucha contra la injusticia. Y con ello
era suficiente. Le agradezco la guía
que, como profesor, brindó hasta en
sus últimos momentos.
¡Hasta pronto! En la otra vida,
compartiremos otra taza de café…
(Beverly Ixcol)
A Carlos Orantes (Don Carlitos)
doy gracias por el GASI y, ante todo,
por abrir los círculos de discusión
a los alumnos, por considerarnos
bienvenidos, en un espacio académico
de alto nivel. Si la academia sigue
siendo vertical, no abonaremos
a la transformación de nuestras
realidades. ¡Gracias, por procurar
romper con estas lógicas!
(Ana Eugenia Paredes Marín)