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Carlos Rafael Cabarrús Pellecer, S. J.  

Espacios Políticos, Año X, número 17, agosto de 2018, pp. 97-106

humanos. Solo capto la dignidad de 
la tierra, cuando veo las toneladas 
de basura, que van al mar y lo 
ensucian, en cantidades industriales 
y sin remedio. Solo valoro la 
tolerancia —tan importante para 
vivir la diversidad cultural—, cuando 
he experimentado, en carne propia, 
situaciones de menosprecio racial 
o cultural. Solo capto hondamente 
la justicia, cuando he padecido 
injusticias. Solo aprecio la solidaridad, 
cuando la he experimentado.

Algunos ejemplos claros de los 

valores, con las consecuencias que ello 
entraña, los palpamos en personas 
concretas. Por ejemplo, para el 
respeto a la dignidad de la persona, el 
papel que ha jugado Norma Cruz, de 
la Fundación Sobrevivientes. Rosalina 
Tuyuc, en la batalla por erradicar el 
racismo,
 ha sido discreta pero eficaz. 
Abandera el valor de la solidaridad 
y suscita admiración profunda,
 el 
ejemplo del Dr. Carlos Rodolfo Mejía, 
quien donó sus córneas y todos 
sus órganos a las personas que lo 
necesitaban. En el valor de la justicia, 
la fiscal general Thelma Aldana, ha 
sido un modelo. A monseñor Juan 
Gerardi, su lucha por la dignificación 
de las víctimas 
del conflicto armado 
interno, lo llevó al martirio. El padre 
Hermógenes López fue asesinado 
vilmente, por la defensa de los 
derechos de los campesinos de San 
José Pinula. El Padre Rutilio Grande, 
en la defensa de la justicia social 
en El Salvador, se ganó una muerte 

sangrienta. Por supuesto, el martirio 

de Monseñor Romero es un modelo 

de santo, totalmente comprometido. 

Ciertamente, contamos con toda una 

legión de mártires en Guatemala, El 

Salvador y en otras partes del mundo.

8. La Eutopía como norte de 

nuestra actuación

Lo que se pretende, entonces, 

es lograr juntos —con nuestros 

componentes culturales específicos—, 

la construcción de una sociedad 

incluyente, un lugar bueno para 

vivir la Eutopía, es decir, un espacio 

propicio para vivir, como personas 

en armonía con la naturaleza, en 

felicidad. La URL sustenta y elabora su 

accionar, con base en el concepto de 

inclusión social, entendiéndolo como 

las condiciones materiales, subjetivas 

(sicológicas, ideológicas, espirituales 

y culturales), para la reproducción 

social ampliada de los miembros de 

una sociedad.

Ahora bien, no es únicamente 

la incorporación económica de los 

desechados de la sociedad lo que 

se pretende; sino la satisfacción y 

la inclusión efectiva a los derechos 

fundamentales. Esto se puede lograr 

desde diferentes cosmovisiones, 

abordajes o perspectivas culturales. 

Supone el principio de vida humana 

en plenitud.

Un mecanismo sumamente 

eficaz para evitar que todo este