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Espacios Políticos, año X, número 16, noviembre de 2017, pp. 63-76

Sobre las reformas a la ley electoral y de partidos políticos

En torno a la Comisión de 

Postulación, se esboza la siguiente 
interpretación. De conformidad 
con la Constitución Política de la 
República (artículo 171), es el 
Congreso quién, en última instancia, 
decide quiénes integrarán el Tribunal 
Supremo Electoral; por consiguiente, 
la facultad de decidir quiénes 
integran dicho Tribunal, reside en 
los diputados que representan a 
los partidos políticos vigentes en el 
Organismo Legislativo. En ese marco, 
no puede existir justificación jurídica 
que limite el derecho conferido 
constitucionalmente a los diputados; 
por lo tanto, debería derogarse la ley 
ordinaria que regula las comisiones 
de postulación.

La iniciativa del Ejecutivo, 

contiene la reforma conceptual del 
Artículo 97 de la Ley Electoral y de 
Partidos Políticos, calificando a los 
comités cívicos electorales como 
organizaciones políticas de carácter 
permanente, lo cual implica cambiar 
profundamente su carácter, puesto 
que la norma vigente los califica 
como temporales. Es importante 
subrayar que la democracia ‒en el 
contexto de la base de la estructura 
económica, política y social que 
vive el país‒ tiene como uno de sus 
pilares esenciales, la existencia de 
partidos políticos; por consiguiente, 
en el supuesto de que la propuesta 

del Ejecutivo fuera aprobada por el 
Congreso, ello implicaría un fuerte 
golpe político a los partidos y por 
ende a la estructura político-electoral 
del sistema vigente en Guatemala, 
puesto que, como consecuencia 
de la reforma, se estarían creando 
organizaciones políticas paralelas 
a los partidos, concediéndoles 
los mismos derechos pero con 
obligaciones de origen preferentes.

Finalmente, 

es 

imperioso 

explicitar criterio en torno al 
transfuguismo. La iniciativa del 
Tribunal Supremo Electoral, propuso 
la adición del artículo 205 Bis, que 
desarrolla un concepto sobre la 
categoría de transfuguismo, la cual 
es aprobada, literalmente, por el 
Congreso de la República, quién le 
adjudica el artículo 205 Ter. La norma 
aprobada, 

independientemente 

de su forma, no responde al 
hecho jurídico conocido como 
transfuguismo. La simple lectura 
acredita esta afirmación, por lo 
tanto, es indispensable que los 
partidos políticos representados en el 
Congreso, propongan reformas a la 
Ley Electoral y de Partidos Políticos, 
prohibiendo la perniciosa práctica 
del transfuguismo y sancionando 
drásticamente la violación a la 
norma.