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Espacios Políticos, año X, número 16, noviembre de 2017, pp. 23-28
Reflexiones en torno a la conferencia de Alberto Fuentes Knight
Argumenta
Fuentes
Knight
que una de las estrategias fue
disminuir el poder del Ejecutivo
y fortalecer los poderes del
Legislativo y del Judicial. La
creación de cámaras gremiales
se realizó con el claro objetivo
de detener políticas que pudieran
salirse del patrón establecido
por los intereses corporativistas.
Los hijos de esta política son la
Corte de Constitucionalidad y,
posteriormente con las reformas
constitucionales de 1993, las
comisiones de postulación.
De manera que una política
de reforma planteada por un
partido político y dirigida por un
presidente está, desde sus raíces,
subordinada a los intereses
protegidos y examinados por las
cámaras corporativistas. Fuentes
Knight considera que este
sistema de cámaras tiene como
propósito, en primera instancia,
delimitar el poder del Estado
‒sobre todo del Ejecutivo‒ frente
a la «libertad individual», lo
que concretamente quiere decir
no permitir la transformación
del ordenamiento estatal y de
dirección de los negocios por
corrientes no controladas por el
capital oligarca. En la Constitución
de 1985 se consolida el monopolio
de las decisiones sobre la política
tributaria, representada por la
corriente neoliberal de Manuel
Ayau, fundador de la Universidad
Francisco Marroquín. En síntesis,
en 1985 se establece un patrón
de controles por cámaras para
asegurar que la transición
‒de las dictaduras militares a la
democracia electoral‒ no fuese
a resquebrajar un ordenamiento
oligarca de la propiedad y de la
ganancia.
Supuso esto que el Estado
es controlado por redes de
partidos políticos que negocian
los puestos claves, con poder
de veto, en las cámaras (e. g.
Corte de Constitucionalidad).
Luego el momento democrático
de las elecciones está, a su vez,
subordinado al momento de la
negociación privada en el congreso
y las cámaras corporativas. El
llamado «transfuguismo» en
los diputados es, pues, tan solo
el movimiento evidente de la
negociación de los puestos claves
en el Congreso y las cámaras.
No solo se controlan desde allí
las reformas tributarias, sino
el presupuesto nacional. De
acuerdo a Fuentes Knight, del
total del presupuesto nacional,
solo el 8% tiene capacidad de