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ESPACIOS POLÍTICOS

Año X, número 16, noviembre de 2017

PRESENTACIÓN

N

o hay una visión de país, siquiera una quimera que nos 

integre activamente. Cada agrupamiento de opinión expone 

su racionalidad: su deseo de país. Y son caminos centrífugos. 

Caminos que se separan y distraen.

Al pesimismo y escepticismo generalizados, el horizonte muestra 

dos plataformas: la intensa, creciente y expansiva movilización de los 

pueblos indígenas que han construido sus propios liderazgos y han 

ganado racionalidad frente a lo absurdo. 

La otra plataforma la visualizan quienes quieren volver al orden 

autoritario y que conspiran tratando de organizar una voluntad 

minoritaria que retome el Gobierno. 

En medio del desgobierno generalizado, actores externos se 

constituyeron en pivotes para promover una salida sin romper el orden 

legal y encarar lo que las voces piden: reformas constitucionales.

El presente número de Espacios Políticos ofrece un conjunto de 

ensayos sobre esta problemática.

Galeano publicó en El libro de los abrazos (1989), varios pequeños 

relatos que nos sirven de exordio. Entresacados, los publicamos como 

un reiterado reconocimiento a este latinoamericano eterno.

El doctor Juan Alberto Fuentes Knight nos expuso la conferencia 

inaugural del ciclo académico 2016: La reforma del Estado en 

Guatemala desde las finanzas públicas. Aborda, «desde las finanzas 

públicas», las reformas necesarias al Estado, la necesidad de un 

nuevo y justo pacto fiscal y propone los ámbitos en los que se deben 

propiciar los cambios necesarios. Comenta su conferencia el maestro 

Sergio Palencia, quien exalta lo relevante y trascendente  del ensayo.

La doctora Mónica Mazariegos Rodas, cala a fondo sobre el 

derecho a la pluralidad jurídica. Con mucha mesura aborda las posturas 

divergentes: los integracionistas que argumentan el principio de una 

nación, un solo orden jurídico. Como contraparte, la costumbre: la 

regulación informal en los diversos pueblos ha existido desde hace 

muchos años. ¿Puede considerarse «inexistente» un proceso social,