Francisco Alfredo Sapón Orellana
Espacios Políticos, año X, número 16, noviembre de 2017, pp. 89-110
97
presidente Manuel Santos (de 2010
a la fecha); de Guatemala, durante
el gobierno del expresidente Otto
Pérez Molina (2012-2015); de
Costa Rica, bajo el mandato de
la expresidenta Laura Chinchilla
(2010-2014); y de Bolivia, bajo
el mandato del presidente Evo
Morales (de 2006 a la fecha).
El último, incluso, declaró que
«la denominada lucha contra el
narcotráfico es un instrumento
de dominio geopolítico» (Agencia
Boliviana de Información, 2013).
En este mismo sentido, Garzón
(en Konrad Adenauer Stiftung y
Cátedra Guillermo y Alejandro de
Humboldt, ed., 2014) sostiene que
el cuestionamiento a las políticas
prohibicionistas impulsadas sobre
todo por los Estados Unidos y que
el reclamo de un debate abierto
por parte de América Latina
debe entenderse en el marco
de los cambios de la relación
entre el primero y los países del
subcontinente. Se trata de un
debate en clave de geopolítica:
Detrás de la discusión sobre la
política de drogas (…) podría
encontrarse la intención de
desnarcotizar
la
agenda,
para poner más énfasis en la
dimensión económica. México
y algunos de sus vecinos en
Centroamérica están dispuestos
a bajar el perfil de los temas
de seguridad para centrar su
atención en el crecimiento
[económico], el empleo y el
turismo. (p. 266)
En vez de dedicar recursos a
la implementación de reiteradas
campañas de erradicación de
amapola, el decomiso de embarques
y la búsqueda de laboratorios
clandestinos, entre otras acciones
incardinadas a reducir la oferta;
Guatemala podría optar por
proteger la salud pública a través
de la legalización del cultivo de
la amapola, para fines médicos
y de investigación científica.
Esta planta, de la familia de las
papaveráceas posee una estación
típica de crecimiento de cultivo de
120 días (Castro, 2010; Naciones
Unidas, 2001). Y, es a través de
incisiones o escarificaciones de
sus inflorescencias que se extrae
el látex de opio, una goma o jugo
coagulado y desecado, tipificado
como
estupefaciente
por
la
Lista I de la Convención Única
sobre Estupefacientes de 1961,
enmendada por el Protocolo de
Nueva York de 25 de mayo de 1972
(Naciones Unidas, 1972).
El opio contiene alcaloides que
se emplean en múltiples ámbitos
médicos, tales como la codeína
(empleado, por ejemplo para tratar
la tos), la papaverina (para aliviar