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Revista Espacios Políticos
drogas exclusivamente para fines
médicos y científicos.
2. Luchar contra el tráfico de
drogas mediante la cooperación
internacional para disuadir y
desalentar a los traficantes de
drogas.
La Convención de 1961 prestaba
especial atención a aquellos productos
procedentes de plantas: opio-heroína,
coca-cocaína y cannabis. En su texto
se incluían cuatro listas anexadas de
más de cien substancias, clasificadas
según varios grados de control.
El Convenio sobre Sustancias
Sicotrópicas de 1971 surgió con la
finalidad de establecer un sistema
de fiscalización internacional de
sustancias psicotrópicas y como
una reacción a la expansión y a la
diversificación y dispersión del uso
indebido de drogas. La convención
también ha establecido su control
sobre las diversas formas de drogas
sintéticas con base, por una parte,
en el enorme potencial de crear
dependencia, y en segundo lugar,
en el poder terapéutico. Introdujo el
control sobre el uso lícito de más de
un centenar de drogas sicotrópicas -
en su mayoría sintéticas - como las
anfetaminas, el LSD, el éxtasis, el
Valium, etc. que también se dividen
en cuatro listas.
El objetivo principal en estos
dos primeros convenios era crear
un código imponible de medidas de
control aplicables internacionalmente
y que permitiera garantizar la
disponibilidad de estupefacientes y
substancias sicotrópicas para uso
médico y científico y, a la vez, evitara
su desviación a canales ilegales.
Fue la Organización Mundial de la
Salud (OMS) la responsable del
asesoramiento médico y científico de
todos los estupefacientes; también se
encargó de aconsejar a la Comisión de
Estupefacientes sobre la clasificación
de estos en las diversas listas de los
convenios.
Sin embargo, la existencia de
estas dos Convenciones que de
alguna manera permitieron el control
deseado en su momento, no fue
suficiente para detener la oferta de
drogas (aunque este enfoque no basta
por la ley de oferta y demanda) por lo
que a nivel mundial se hace necesario
enfrentar un nuevo problema como lo
es el tráfico ilícito de las drogas.
La Convención contra el Tráfico
Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas de 1988 fue un intento
por alcanzar un equilibrio político