28
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
que apunta al cambio, un cambio
que anuncia la transición del modelo
prohibicionista a un paradigma
de derechos humanos y de salud
pública. Muy probablemente, la
mayor dificultad de esta transición
sea precisamente que involucra
intereses fundamentales del estatus
en las relaciones internacionales, del
hegemonismo económico y político,
y de ideologías predominantes de
raíces moralistas y conservadoras.
Conclusiones
El modelo prohibicionista tiene
sus raíces históricas en los siglos
XVIII al XX, por una parte con la
emergencia de los imperios coloniales
y las hegemonías postindustriales,
especialmente de los Estados
Unidos desde los inicios del siglo
XX, y por otra parte imbuido de un
fuerte componente fundamentalista
religioso protestante y musulmán.
Sobre el modelo prohibicionista
se entremezclan los intereses de las
grandes corporaciones farmacéuticas,
que lo utilizan para condicionar y
concentrar el control de la producción
de drogas legales y admitidas por
los entes internacionales para su
producción y comercialización.
Entre las peores consecuencias
del modelo prohibicionista está la
especulación de los precios de las
drogas, desde su producción y el
trasiego hasta el consumo, con una
creciente proliferación de hechos de
corrupción en las diversas escalas
de funcionarios en las instituciones
gubernamentales, tanto a nivel
municipal, como nacional, pero
también en los ámbitos sociales
locales y regionales, así como un
debilitamiento del poder del Estado y
del ejercicio de la política.
El sobredimensionamiento del
prohibicionismo ha llevado a una
estrategia represiva dentro de los
Estados y en el ámbito mundial que ha
producido una concepción militarista
para el combate a la producción
y trasiego de las drogas, con una
importante cauda de violencia, pero
también en el ejercicio de la soberanía
de los Estados condicionados a
seguir las directrices de las potencias
hegemónicas.
Recomendaciones
Es necesario volver a las raíces
de un enfoque humano, de derechos
y de salud sobre el tema de las
drogas, basado en la investigación de
las causas profundas que subyacen
en el tema.
El
nuevo
enfoque
debe
contemplar desde los aspectos
económicos mundiales, regionales
y dentro de los Estados, sobre
la producción de las drogas y las
diversas perspectivas y alternativas
para los conglomerados sociales
agrícolas, abocados a la producción
de drogas, con una mejor concepción
de una equilibrada producción
farmacéutica a nivel mundial, donde
no haya intereses hegemónicos que
mantengan la desigualdad. Es decir,
las cuotas y los beneficios deberían