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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
no nos ayuda mucho en términos
de repensar la diferencia entre la
democracia humana y la democracia
que sostiene el sistema de muerte.
Si algo nos enseña la lucha entre
2004 y 2015, con sus asambleas,
consultas comunitarias, redes de
resistencia, plantones, batucadas y
movilizaciones espontáneas es que
los anhelos de democracia están
rebasando la actual configuración
político-económica de Guatemala y
del mundo. Esto que se está sufriendo
bajo las determinaciones específicas
de Centroamérica y México, se vive
con premisas parecidas en lugares tan
distantes como las Luchas Urbanas de
Grecia o la Rebelión Kurda en Medio
Oriente. En todas ellas el patrón es
similar: como respuesta a la creciente
pobreza – resultado de las políticas
económicas centralizadas – el Estado
responde con nuevos ataques a
sus ciudadanos, aceptando mayor
disciplina mercantil y privatización
social. El precio de sostener el sistema
democrático en Grecia o Guatemala
es sacrificar la vida social humana.
Ante esto, la pregunta que surge es
la siguiente: ¿podemos pensar la
democracia y la crítica más allá del
sistema
7
que reproduce la pobreza y
desigualdad como canon de su propio
desarrollo?
Visto así, las Elecciones de 2015
fueron impuestas pasando por alto
una de las corrientes críticas de las
7 Al respecto, véase el estudio de Ellen Meksins
Wood (1995/ 2003)
Plazas: “en estas condiciones no
queremos elecciones” o, peor aún para
el sistema, “Yo no tengo presidente”.
Si bien en una primera perspectiva
se pueden ver como reformistas o
incluso conservadoras, ambas fueron
posiciones críticas a la continuidad
del tiempo estatal, sus elecciones,
sus respectivos negocios. Algo nuevo
brindaron las manifestaciones de
2015 y el Paro nacional: la práctica
de la democracia como una fiesta,
como un lugar de encuentro, como
una semilla que permite cuestionar
y pensar el mundo desde el deseo.
Estamos ante un momento de peligro:
acrecentado militarismo, sobrevuelo
de helicópteros en conjunto, cómicos
que dirigen ejércitos trágicos, figuras
trágicas que dirigen las políticas
de un cómico. En fin, la cuestión
central es profundizar la crítica social
construyendo la democracia como
práctica y categoría crítica de los
sistemas de corrupción, pobreza,
destrucción de la naturaleza y muerte.
Solo así se puede volver a unir la
fiesta con la decisión popular, siendo
la alegría producto del encuentro
humano y no de la burla televisada.
4. Excurso: los mendigos en el
palacio
Eran las nueve de la noche
del domingo 3 de mayo 2015.
Un grupo de mujeres y hombres,
encadenados al Palacio Nacional,
alertaban por las redes sociales
que la policía de inteligencia estatal