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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
¿Repercuten estos patrones
sociológicos con la manera de
entender la política, el Estado e
incluso la resistencia? Consideramos
que sí y –es más– son los ejes
sobre los cuales se articula todo un
movimiento en pos de la vida. Para
las nuevas generaciones el horizonte
de cambio y alternativa ya no residía
en el canon clásico de la izquierda,
el sindicato, la organización. Incluso
las comunidades que habían sufrido
la violencia estatal y el control militar
también repensaban su relación con
las instancias tradicionales de lucha.
La crisis de la forma vanguardista de
la política se vio también aquí. Incluso
las organizaciones campesinas
tradicionales entraban en un nuevo
periodo de lucha desde los tiempos
del estado y del dinero. En el caso
de la demanda por la tierra, las
mismas instancias de negociación
agraria pasaban por la necesidad de
préstamos, posibilidades de compra y
apoyo para la certeza jurídica de las
tierras. Si la vida campesina cada vez
era más difícil de realizarse, dado el
respaldo estatal a las grandes fincas,
las únicas vías eran la migración
o la educación. Ambas implicaban
transformaciones en las comunidades.
A pesar de todas estas
dificultades, se fue creando un
nuevo movimiento comunitario
como respuesta autoorganizativa
frente a la avanzada capitalista. Por
un lado, la imposición de la mina
Marlín en San Marcos había generado
expectativa por este tipo de empresa
y otros asociados a hidroeléctricas,
palma africana, petróleo. Desde
2007 las Consultas Comunitarias –
principalmente en Huehuetenango y
San Marcos– significaron la síntesis
de nuevas prácticas de información,
discusión, organización y legitimidad
construida desde abajo contra
el enemigo común: la empresa
extractiva. Los Gobiernos de Portillo,
Berger y Colom fueron los portavoces
críticos de las consultas, atacándolas
por considerarlas no representativas
del proceso estatal democrático.
En Barillas, la consulta comunitaria
contra la actividad minera e
hidroeléctrica – realizada el 23 de
junio 2007 – marcó un acuerdo local
y común. Cuando la empresa Hidro
Santa Cruz inició sus operaciones
en el municipio, se enfrentó a toda
una corriente crítica de su presencia
en la zona. De las redes de la inicial
Consulta Comunitaria de Barillas
se fue estableciendo la Resistencia
contra Hidro Santa Cruz, la cual ha
sufrido secuestros, asesinatos, cárcel
e incluso Estado de Sitio bajo el
Gobierno de Pérez Molina, en 2012.
El proceso deliberativo comuni-
tario se fue haciendo desde distintas
zonas del país. En Livingston, Izabal,
las comunidades q’eqchi’es se articu-
laban en la medida de lo posible con-