13
En último término, esta investigación requiere tomar postura,
no permite una fría e impracticable neutralidad axiológica.
Esta investigación habrá de ser también interdisciplinar, pues los
graves problemas contemporáneos solo pueden ser abordados
desde una multiplicidad de perspectivas académicas, buscando una
integración de los saberes. Este ejercicio de interdisciplinariedad
debe realizarse en grupos de especialistas procedentes de
diversos campos del saber, que reúnan algunas características: la
capacidad de dialogar con otros compañeros que utilizan otros
métodos diversos de los suyos en su acercamiento a la realidad,
apertura para cuestionar sus propios estudios y conclusiones,
disposición para buscar y enriquecer la verdad.
Esta búsqueda abierta y sincera debe conducir a nuevas síntesis
del saber, que permitan una comprensión más iluminadora de
la realidad. Más que el conocimiento y la ciencia, lo que deben
ofrecer las academias es sabiduría.
Esa sabiduría está emparentada con el
conocimiento interno del
que habla Ignacio en sus
Ejercicios Espirituales. Es un conocimiento
que parte de la realidad. Es riguroso y atiende honradamente a
los datos. Se realiza en discernimiento, en permanente escucha.
Por eso es dinámico, siempre
in fieri. Produce síntesis nuevas,
que expresan profundidad y creatividad. No es meramente
cognitivo, sino afectivo y en ese sentido parcial, posicionado.
Conduce al compromiso, definiendo nuevos horizontes de vida
buena para todos y apuntando a estrategias para alcanzarla. No es
un conocimiento desencantado, sino que señala potencialidades
y abre caminos de esperanza.