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Espiritualidad civil

de mayor equidad, esfuerzo que tiene que hacerse mediante 
procesos de cooperación entre todos los sectores sociales. Unido 
a todo esto, un esfuerzo sistemático y firme para salvaguardar el 
equilibrio ecológico de los territorios.

Un tema muy significativo en los países más inequitativos, es 
el papel social y político que tienen las diversas religiones. Si 
vemos la proliferación y aumento de grupos religiosos, en la 
actualidad notamos que es algo sumamente impresionante. De 
un modo tajante estas religiones fomentan, cada vez más, la 
fragmentación social, uno de los datos que más puede impactar 
a quien se acerca a nuestra realidad.

III. Búsqueda de sinergia

El planteamiento que quisiera ofrecer es que dentro de los 
factores de cambio en una sociedad dada, sobre todo en estas 
latitudes de subdesarrollo, hay un aspecto que no ha sido 
suficientemente aprovechado y que podría ser un elemento de 
unión en donde converjamos cristianos católicos, evangélicos, 
de religiones autóctonas, personas que se presentan como 
agnósticos o simplemente se manifiestan como no creyentes. 
Esto último, ir más allá de quienes son creyentes, sería generar 
unidad con base en lo que denomino “espiritualidad civil”. Es sacar 
partido a los talantes subjetivos positivos de muchos grupos 
humanos, con los que nos podemos acuerpar, gracias a un 
mismo tipo de espiritualidad básica que puede incluir a 
muchas denominaciones. 

Esta espiritualidad también podría acoger a ese grupo que 
no se quiere apuntar a las religiones establecidas. En muchas 
partes del mundo el número de no creyentes está aumentando,