REVISTA
VOCES / Vicerrectoría de Investigación y Proyección
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demás, para seguir gozando de estos derechos»
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(Gargallo, 2014, p. 19) y acomodarse.
Las mujeres pertenecientes a la oligarquía, de familias criollas, de clase alta y media, o
de la burguesía, están conscientes de la clase y de las familias a las que pertenecen y
la manera en que reproducen la blancura. Por ser blancas han gozado de facilidades
y oportunidades. Pero las ladinas pobres también reproducen el blanqueamiento
cuando asumen que son pobres pero no indias, se sienten con el derecho de marginar
y de mandar en sus discursos y comportamientos cotidianos, a pesar de que tienen
dificultad para construir su identidad o negarla, reafirman constantemente los
imaginarios de superioridad para colocarse en su lugar de privilegio. El estereotipo
de los colores, la pigmentación, continúan siendo los rasgos diferenciadores en la
sociedad guatemalteca (Casaús, 1994, p. 205)
6
. En este sentido, las relaciones de poder
se sustentan en valores biológicos pero también bajo perspectivas etnocéntricas.
EL FEMINISMO COLONIZADOR REPRODUCE EL
PROCESO DE CIVILIZACIÓN Y EL ETNOCENTRISMO
El feminismo occidental ha estado acompañado por procesos de civilización y/o
modernización cuando insisten en resaltar los binomios tales como civilización/
incivilización, moderno/atrasado, limpio/sucio, ladino/indígena o cuando utilizan
argumentos como el siguiente: «el actual contexto de crisis civilizatoria…»
7
. Precisamente
con esta frase se afirma que el feminismo es parte de ese proceso civilizatorio, que
se ajusta la idea de lo avanzado, lo que va adelante, que puede significar desarrollo
y progreso, y al no estar en este proceso se identifica como atraso. Los binomios
civilizatorios son abrazados por ese feminismo blanco que insiste en convencernos de
la idea de la «superioridad europea» y la «inferioridad de las indígenas». Para los pueblos
indígenas y mujeres indígenas, el proceso de civilización, por la manera en que se
impuso, ha significado penetración, genocidio, despojo de territorio y medios de vida,
esclavitud, servidumbre, educación oficial, imposición del idioma español y religiones
occidentales. También ha significado desarrollo como propuesta de progreso.
Los efectos de la civilización siguen latentes, pareciera que no hay nada que no pueda
hacerse de una forma «civilizada» y de una forma «incivilizada» (Elías, 1987, p. 57).
En Guatemala se plantea la idea o los estereotipos de que las personas «civilizadas»
son quienes tienen acceso a la educación, al desarrollo, pertenecen a cierta clase social,
viven en las ciudades, son blancos o ladinos, son ciudadanos, son constructores
5 Ladino es un concepto impuesto en la época colonial y ha tenido sus transformaciones. Actualmente, en
el marco de la construcción de la identidad nacional y en la dicotomía de indio-ladino, la autoidentificación
ladina está en función de su rechazo de lo indio y su valoración al blanqueamiento. Algunos rechazan el
término ladino por considerarlo un insulto y prefieren identificarse como mestizos/mestizas.
6 Sin referencia bibliográfica en el original (Consejo Editorial ILI).
7 Manifiesto político, por la liberación de nuestros cuerpos, 13 Encuentro Feminista, 2014.