Toffl er analiza la implicación de la llegada de una nueva
civilización, cuando históricamente puede identifi car un choque
tecnológico, que no solamente cambia la forma de creación
de riqueza, sino que verdaderamente llega a moldear todas las
expresiones de la vida humana (civilización).
Toffl er identifi ca primero la llegada del desarrollo de la
agricultura, como parteaguas entre el mundo primitivo y el mundo
civilizado a partir del cual el hombre deja de ser nómada y se
asienta en poblaciones permanentes, empieza a registrar la historia
y a medir el tiempo y las estaciones, necesarias para la producción
agrícola. La sociedad se divide económicamente entre los tenedores
de la tierra y los siervos.
Con la revolución agrícola y la llegada de la civilización,
nacen las aldeas como asentamientos humanos permanentes. En
esa sociedad agrícola la división del trabajo como antecedente
de la productividad era escasa. Durante diez mil años, el mundo
civilizado evolucionó bajo el modelo agrícola que demandaba la
posesión de la tierra por un sector dominante y privilegiado, y del
trabajo ajeno forzado, como principales factores de producción.
La sociedad agrícola alcanza su cima durante la época de oro de
los reinos e imperios europeos sobre colonias en todo el mundo,
alrededor de fi nales del siglo XVII, y en el cual se puede identifi car
una nobleza dominante en el centro del mundo. La última expresión
de esta sociedad agrícola era un rey absolutista, rodeado de señores
feudales, cada uno de ellos amo y señor de tierras, cuerpos y almas
en sus respectivas regiones.
Posteriormente, Toffl er identifi ca la llegada de una “segunda
ola” con el surgimiento de la era industrial, e inspirada por el
nacimiento del pensamiento protestante y científi co, con la cual
la vieja estructura social tiembla, y aparece el dominio del nuevo
señor industrial, y la llegada de su asociado burgués, comerciante
y capitalista. Con el surgimiento de la revolución industrial,
la riqueza ya no solo dependía de la tenencia de la tierra y del
sometimiento colonial de los súbditos, sino de las inversiones de
capital en maquinaria, necesaria para la producción en masa, la
CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DESARROLLO URBANO: REGIONES ESPECIALES DE DESARROLLO
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