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Guía para una mejor gestión ambiental en las municipalidades 

Por otra parte, la cloración es un método de desinfección que permite eliminar del agua las 
bacterias, microbios, hongos y virus, no así las demás sustancias indeseables que convierten 
al agua en no apta para el consumo humano. De esta manera, se entiende que el agua 
potable reúne varias características, mientras que la cloración solamente asegura algunas 
de ellas. Para visualizar este contexto, podría pensarse en un vaso lleno de agua clorada, 
pero de consistencia turbia y con arena, piedrecitas u otras sustancias sólidas; seguramente
nadie la bebería, ya que el tener cloro no asegura que sea apta para su consumo.

Un aspecto a tomar en cuenta en este apartado es que la cloración del agua no significa
agregar cualquier cantidad de cloro al agua. Es necesario garantizar que la cantidad de 
este químico sea suficiente para desinfectar el agua, pero que no sea excesiva como para
dañar la salud del consumidor o darle un sabor desagradable. Por esta razón, la ley regula 
los límites de cloro residual libre y los procedimientos para lograrlo. Para más información, 
ver la Norma Coguanor NTG 29001 y el Manual de Normas Sanitarias que establecen los 
procesos y métodos de purificación de agua para consumo humano.

c. Implementar medidas de control para asegurar la calidad del agua

Las municipalidades están a cargo de controlar la calidad del agua, en cumplimiento a 
dicho mandato deben realizar pruebas a cada sistema de abastecimiento de agua. Los 
resultados se presentan mensualmente y de forma escrita a la autoridad sanitaria local. La 
periodicidad para realizar estas pruebas depende del tipo de control del que se trate, así 
como del sistema (rural o urbano) que se analiza.