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Guía para una mejor gestión ambiental en las municipalidades
10. Mercados
El mercado es el lugar donde se venden y compran productos o se ofrecen y adquieren
servicios. Por excelencia, es el espacio público al que concurren compradores y vendedores
para realizar sus actividades económicas. En cuanto a los orígenes de los mercados, estos
se remontan a épocas muy antiguas, incluso los mayas utilizaban dicha figura (Attolini,
2011). En la época colonial, el mercado se realizaba solo ciertos días y en la plaza central,
por eso se les llamaba «días de plaza». Con el tiempo, se hizo necesario crear un lugar
específico con instalaciones adecuadas, lo que hoy se conoce como mercado fijo o cerrado
(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –FAO–, 2018).
Sin embargo, no todos los municipios hicieron la transición a mercados fijos, por lo que
continúan con la tradición de los días de plaza.
Otras modalidades de mercado que existen en Guatemala son las ferias y los mercados
móviles. Las ferias generalmente se asocian a los puestos de ventas que surgen en los
días festivos de los municipios y aldeas como, por ejemplo, la feria de Jocotenango de la
ciudad de Guatemala, que se celebra en agosto en honor a la Virgen de la Asunción y dura
ocho días. Pero, el término «feria» también abarca el mercado de mayor importancia que
el común, que se realiza en determinados días y lugares públicos (por ejemplo, la Feria de
Agricultura que hace la municipalidad de Santiago Sacatepéquez, en donde participan
agricultores y empresas privadas para la comercialización de productos). En cuanto a los
mercados móviles, se entienden aquellos puestos de vendedores instalados en carretillas,
casetas, canastos, vehículos u otros similares.
Por la naturaleza pública de los mercados, estos pueden afectar positiva o negativamente
su entorno. Según su aspecto, pueden ser un atractivo para la comunidad. Por el contrario,
si están mal localizados, pueden generar tráfico y contaminación auditiva, lo que es mal
percibido por los vecinos. También pueden convertirse en un foco de contaminación si se
considera que en ellos: 1) se gestionan y manipulan productos para el consumo humano
que requieren de medidas higiénicas y sanitarias, y 2) se generan desechos sólidos que
pueden contaminar el aire, suelo y agua. Es por esta razón que el Estado, con el fin de
proteger a la persona, salud y al medioambiente, establece reglas que deben cumplir las
municipalidades al prestar el servicio de mercado, las cuales se desarrollan a continuación.