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Instituto de Investigación y Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Sociales (IIJ)

urgencia de un Estado en cumplir sus necesidades y servicios públicos básicos para el 

bien común de sus ciudadanos.

El Estado, fundamentado aparentemente en el 

ius puniendi, no puede privar derechos que 

no ha concedido, y la vida es concedida por la naturaleza. El Estado no puede apreciar a 

sus ciudadanos como un medio (con aplicación de la pena de muerte) para un fin social 

(su defensa y conservación) ni como un fin individual al que debe sobreponerse el fin 

social (contra la teoría de la defensa).  

La inseguridad ciudadana es el síntoma o reflejo de otras dificultades estructurales del 

Estado y no de la falta de aplicación de la pena de muerte, como las deficiencias de 

atención, cobertura, recursos y eficiencia de las autoridades correspondientes, verbigracia: 

la Policía Nacional Civil, que con pocos recursos tiene muchas dificultades de prevenir 

delitos; los tribunales de justicia con la impartición de justicia poco eficiente; y, el sistema 

penitenciario que difícilmente rehabilita a los condenados, entre otros problemas. Si 

estas fallas ocasionan que los ciudadanos procuren su propia defensa, es la prueba para 

que el país regresa a la aplicación de la justicia por su propia mano (la venganza privada).