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La pena de muerte en Guatemala: un análisis íntegro y armónico conforme el derecho interno e internacional

2.1.3 Rafael Carrera (1844-1848 y 1851-1865) 

Las leyes 20 y 21, del 21 de octubre y 14 de noviembre de 1848, respectivamente, juzgaban 
como rebeldes y enemigos públicos a los habitantes que tomaban las armas en contra 
de las autoridades legítimas, condenándolos a «pasar por las armas» (pena de muerte).

El 10 de diciembre de 1852 se emitió el Decreto 81 que en su artículo 14 estableció 
que la pena de muerte se impondría por los delitos contra el orden público, asesinato, 
homicidio alevoso o premeditado y seguro, y por los delitos puramente militares con 
pena capital según la Ordenanza del Ejército.  De 1845 a 1854 se registraron once 
condenados a muerte. 

2.1.4 Revolución liberal: Justo Rufino Barrios (1873-1885) y Manuel 

Lisandro Barillas (1885-1892)

El 4 de julio de 1877, durante el gobierno de Justo Rufino Barrios, se promulgó el 
Código Penal

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, con vigencia a partir del 15 de septiembre de ese año. La

 pena de muerte 

se ejecutaría «pasando por las armas» mientras se «adecuaba» el sistema penitenciario 
para aplicar la pena de prisión por 10 años. El Código no tenía indicación clara de que 
estaba prohibida la aplicación de la pena de muerte contra las mujeres, sino hasta una 
reforma en el Código en 1889. 

El Código Militar de 1878 comprendía la pena de muerte, la cual se podía aplicar por los 
delitos siguientes: traición y espionaje (artículos 34 al 45), rebelión (artículo 47), sedición 
(artículos 49 y 62), inobediencia (artículos 70 y 75),  delitos contra el servicio militar 
(artículos 78-82, 89, 91, 93-96, 99-100, 102-105, 108, 110-113, 120 y 124), deserción 
(artículos 153, 157, 164, 169), violencia y pillaje (171-173, 177-178), hurtos y robos 
(artículo 180), y mala administración de los caudales del ejército (artículo 191).

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El derecho es una ciencia social, integrada por todas sus fuentes: históricas, reales (hechos sociales 

relevantes, meritorios para regular) y formales (directas: ley, costumbre y doctrina legal o jurisprudencia 

obligatoria; e, indirectas: doctrina de juristas, jurisprudencia y principios generales del derecho), cuya 

finalidad es regular la conducta del ser humano para permitir la convivencia social y, en caso de 

conflicto, impartir justicia. Esta definición del derecho se consignó en la nota al pie de página 2 que 

consta en la introducción de este libro. Al considerar la misma, como género, y las particulares del 

derecho penal, el código penal sería el conjunto de normas promulgadas por el organismo legislativo 

de un Estado, inspiradas en principios generales del derecho, valores y bienes que a la sociedad le 

interesa proteger jurídicamente, consistentes en imperativos que establecen conductas prohibidas, y 

en caso de realizarse el acto indebido, el sujeto que lo cometió sería merecedor de la pena, que es la 

sanción más fuerte que impone el Estado.