115

La pena de muerte en Guatemala: un análisis íntegro y armónico conforme el derecho interno e internacional

b. Antítesis

iii. Como se ha afirmado en contra de las teorías de la defensa, el Estado no puede 

apreciar a sus ciudadanos como un medio (con aplicación de la pena de muerte) 
para un fin social (su defensa y conservación) ni como un fin individual al 
que debe sobreponerse el fin social, porque en este último caso se parte de la 
suposición de que el delincuente condenado volvería a delinquir con otro ilícito 
de igual o mayor magnitud social, pero el derecho, como disciplina, no puede 
fundamentarse en premisas pendientes de probar

195

.

iv. La Corte de Constitucionalidad no tiene la pretensión de separar al infractor del 

crimen del hecho cometido, sino de que el tipo penal sea lo más puro posible 
definiendo claramente el acto punible de manera objetiva y no discutible. La 
peligrosidad no es el acto reprochable 

per se

v. Que la peligrosidad sea algo determinable a través de los elementos de prueba 

y del juicio de valor es algo discutible desde varios puntos de vista científicos, 
pero de lo que no hay duda es que podría imponerse pena de muerte sobre 
esa circunstancia proyectándose sobre hechos futuros, posibles e inciertos, no 
probados judicialmente. Desde el punto de vista de los derechos humanos, la 
peligrosidad es insuficiente porque su diagnóstico, el pronóstico de reincidencia 
o el tratamiento a la misma, no puede ni debe asegurar si un individuo reincidirá 
en un delito de la misma o peor gravedad. Por tanto, se estaría vedando el 
derecho a la vida sin un debido proceso del hecho futuro que se pretende evitar 
con la pena capital.

vi. Los artículos 131 y 132 del Código Penal se declararon inconstitucionales por 

violar el artículo 17 de la Constitución Política de la República de Guatemala 
(principio de legalidad) ya que la peligrosidad tiende al derecho penal del autor 
y no al derecho penal del acto con criterios objetivos del acto reprochable ya 
desarrollados, y no por reñir con la vigencia de la CADH y el PIDCP.

195 

Léase página 12 del capítulo 1.