designa para la Nunciatura Apostólica de Guatemala a Monseñor
Girolano Prigione
126
, un Nuncio con las mismas cualidades de
Casariego y con quien impulsa una nueva visión de la Iglesia Católica
en Guatemala. El 29 de marzo de 1969, el Papa Pablo VI designa a
Monseñor Casariego, Cardenal
127
, siendo el primero nombrado en
Centroamérica, acompañado por una delegación oficial del Estado de
Guatemala y a raíz de este acontecimiento recibe la Orden del Quetzal
en Guatemala y también en El Salvador la Orden José Matías Delgado.
Las relaciones entre la Nunciatura Apostólica y el Arzobispo fueron
excelentes en ese tiempo y además entre la Santa Sede.
XI. EL PAPEL DE LA IGLESIA CATÓLICA EN
GUATEMALA DURANTE LOS GOBIERNOS
MILITARES
En el contexto guatemalteco, el 1 de julio de 1970 asume como
Presidente de la República de Guatemala Carlos Manuel Arana
Osorio, quien es popularmente electo por el pueblo de Guatemala.
En su tiempo no hay hechos trascendentes con la Iglesia Católica en
Guatemala ya que se sigue viviendo una etapa dura en el entorno de
la sociedad guatemalteca. Es así que el 1 de julio de 1974 asume la
presidencia Kjell Eugenio Laugerud García. Es nombrado por la Santa
Sede para Nuncio Apostólico en Guatemala, el 8 de noviembre de
1973, Emanuelle Gerada. Luego Guatemala sufre el terremoto de
126 Es relevante su participación además es el primer Nuncio Apostólico en Guatemala ya que el
conflicto de la Iglesia-Estado en México fue la más cruel por el conflicto de los cristeros y es hasta
1978 que es nombrado delegado Apostólico en México. En 1992 es cuando se convierte en el
Nuncio Apostólico. http://www.catholic-hierarchy.org/bishop/bprigione.html Fecha de
consulta: 21/11/2009.
127 Sobre Casariego, Alcira Goicolea Villacorta expresa que con el nombramiento
de Monseñor Casariego como cardenal: “… el Arzobispo había sido ya objeto de altas
distinciones por parte de la Santa Sede, puesto que era Consultor de la Sagrada Congregación para
los Obispos y Asistentes al Solio Pontificio. En Guatemala fueron muchos los que lamentaron que
el título cardenalicio no se hubiera concedido, años atrás, al difunto Rossell Arellano.” Goicolea
Villacorta, Alcira. Op. cit. Pág. 257.
RELACIONES INTERNACIONALES ENTRE LA SANTA SEDE Y EL ESTADO DE GUATEMALA
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