y las economías nacionales, empobreciendo aún más a los más pobres y
enriqueciendo a quienes ya disfrutan de un cierto capital.
21
C. ¿Por qué una ideología personalista-antropocéntrica?
El debilitamiento del personalismo a merced de las nuevas
corrientes derivadas de la globalización y su consecuente neoliberalismo
ha relegado al elemento humano a un último plano, pero esta no es
una situación nueva; ya ocurrió en el nacimiento del racionalismo de
Kant, donde se entronizaba a la Diosa Razón, en la cual se mimetizaba
al ser humano a los gustos del momento, parcializándolo únicamente
en aspectos materiales y racionales, en un franco reduccionismo de la
riqueza que el mismo como tal representa.
22
En tal sentido, la idea de persona ha sido objeto de refl exión
desde tiempos inmemoriales, de esa cuenta se tiene conocimiento
que el Derecho Romano recogió esta institución, al igual que la
teología cristiana en su momento. Por otro lado, la fi losofía también
hizo su aporte y al respecto ha desarrollado el personalismo en varios
momentos históricos; desde distintas ópticas con sus peculiares tintes,
tales como el marxismo, el tomismo, o actualmente la fenomenología,
han propugnado por el resurgimiento de la persona en un nuevo
mundo según su personal visión del mismo,
23
con la proposición de
tratarle como fi n y no como medio, donde se valore al ser humano y
todas las instituciones al servicio del hombre se estructuren en torno
a la noción de la persona, colocándolo como centro de su refl exión y
de su estructura ideológica y conceptual.
24
21 Cfr.
Burgos.
Op. cit. p. 100.
22 Cfr.
Ibid. p. 98.
23 Cfr.
Ibid. pp. 45 y 45.
24 Cfr.
Ibid. pp. 117 y 118.
M.A. PATRICIA JIMÉNEZ CRESPO
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