presentar este año su mensaje “en perspectiva educativa” convencido de 
que los jóvenes “con su entusiasmo y su impulso hacia los ideales, pueden 
ofrecer al mundo una nueva esperanza”
.

El Santo Padre se dirige a los jóvenes, pero también tiene una 

mirada hacia las familias, a los estamentos educativos, hacia los ámbitos 
de la vida religiosa, social, política, al mundo de las comunicaciones, 
y recuerda a todos que los jóvenes deben ser escuchados, atendidos, 
preparados para que puedan abrirse un futuro. Así pues, la Iglesia mira 
a los jóvenes con esperanza y los anima a buscar la verdad y a defender 
el bien común. 

El Papa Benedicto XVI no en vano eligió por nombre de su 

pontifi cado el del Santo Benedicto, para indicar su compromiso en 
favor de la paz, inspirado en el Santo Patrono de Europa, un luchador 
nato a favor de una civilización pacifi cadora del continente europeo, 
y en el Papa Benedicto XV, que condenó drásticamente a la Primera 
Guerra Mundial.

La doctrina sobre la paz contenida en los mensajes pontifi cios 

anuales, así como las propuestas concretas que en ellos han hecho los 
papas Pablo VI, Juan Pablo II y, ahora, Benedicto XVI, se encuadran en 
el contexto general de la Doctrina Social de la Iglesia que, a partir del 
Papa León XIII, han ido elaborando los distintos papas en función de 
las diversas situaciones en la vida de la humanidad.

Nuestra intención es que, este Mensaje, sea una luz que guíe nuestro 

trabajo universitario en la investigación, docencia y proyección con 
responsabilidad social y que, también, iluminen a la sociedad para que, 
a través de la libertad, la verdad, la justicia y la caridad, alcancemos la paz.

Dr. Larry Andrade-Abularach

Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas

Guatemala de la Asunción, enero de 2012

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